Un reportaje del diario ‘El País’ revela que la modificación de los campos y los formatos de los torneos para niños ha desencadenado en la formación de numerosos laterales españoles de primer nivel.  

A partir del 2010, España pasó de la sequía de laterales a la abundancia de hombres por la banda con calidad. La selección española de fútbol dejó atrás aquellos días en los que debía nacionalizar, desplazar a un defensor central a los lados o conformarse con un jugador cumplidor en esa posición que no necesariamente goce de continuidad en demasía. Jordi Alba (Barcelona), Daniel Carvajal (Real Madrid), Juafran (Atlético Madrid), Bellerín (Arsenal), encabezan esta explosión de marcadores españoles que militan en los principales equipos de Europa. Pero, ¿de dónde nace esta bonanza?

Según el reportaje “España, fábrica de laterales” del diario ‘El País’, parte de la evolución en el trabajo formativo del fútbol español se encuentra en la modificación de los terrenos de juegos y el fútbol 7. El periodista Diego Torres, autor de la investigación, destaca que “la reducción de los campos para niños (45 x 65 metros)” y la incorporación de un octavo futbolista en el formato ya mencionado por cada equipo obligan a una mejor ocupación de los espacios.

“Con equipos de siete, cada banda es para un chico y así muchas veces se favorecía a los más fuertes, que son los que pueden recorrer más veces los 65 metros. Si juegan ocho contra ocho, en cada banda hay dos niños y esto les obliga a asociarse más, a buscar el dos contra uno, y a tener más opciones de pase. Así se mejora la técnica y acaban prosperando los que mejor juegan antes que los más atléticos”, explica Ginés Meléndez, director de la escuela de entrenadores y coordinador de las categorías inferiores de la Real Federación Española de Fútbol.

La implementación de una nueva metodología de enseñanza en el fútbol infantil español ha desembocado en la producción de futbolistas en una posición de la que adolecía. Le ha permitido encontrar el ambiente de aprendizaje adecuado para optimizar la funcionalidad del marcador por banda en todo su sentido. Una mejora en el proceso cognitivo que se transmite y refuerza durante la etapa formativa hasta lograr la consolidación en la actividad profesional. España innovó y hoy, dispone de una creciente generación de laterales de primer nivel, detrás de los cuales se están fabricando en las selecciones juveniles a los que tomarán su lugar más adelante y así alimentar el ciclo de la abundancia.