Entrevista

Manuel Barreto: “Al futbolista hay que enseñarle a interpretar el juego”

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Conversamos con el entrenador de la categoría Sub-18 de Sporting Cristal sobre la actualidad del trabajo formativo en el club rimense y sobre fútbol en general. Excelente charla sobre qué es jugar bien, formación, desafíos, el paso al fútbol profesional y mucho más en la siguiente nota.

 

Luego de una sesión de entrenamiento en que los jugadores son los protagonistas por su interacción constante con el balón, conversamos con Manuel Barreto en una nutrida charla futbolera. Aprender, disfrutar, argumentar con ideas pero siempre poner el corazón y el alma son algunas de los conceptos que el entrenador expone. El técnico de la Sub-18 celeste es uno de los representantes de una generación de entrenadores jóvenes que pretenden generar un impacto positivo en el fútbol peruano a través de una reflexión crítica de los que sucede en menores e incorporando una metodología que esté acorde con estas ideas.

Cuéntame un poco de la actualidad del trabajo formativo en Cristal y específicamente en la Sub-18.

Bueno, yo llegué este año a Cristal y ha sido muy positivo lo que he encontrado. No solo porque acá tienes a la mano más herramientas, sino que también los chicos son provistos de –a veces de cosas sencillas– uniforme, agua, buenos balones y en condiciones…

Estructura.

Sí, sí, sí. Cosas que parece que uno no debería valorarlas porque sintiera que deberían ser indispensables, pero no siempre es el caso, ¿no? Entonces, ya teniendo la estructura de Cristal, también –hace un tiempo atrás, antes de que yo llegara– se ha formado un equipo con la intención de producir jugadores, de formarlos y en ese sentido yo creo que se viene haciendo un buen trabajo. Primero estuvo Alberto Giraldez, y ahora está Telmo de Andrés, español que es jefe de la Unidad Técnica. Con él a la cabeza yo creo que se ha hecho un buen trabajo, y ahí también viene lo positivo, que yo siento que puede ser mucho mejor, y en ese camino va direccionado, o al menos eso presiento e intuyo que es la decisión y lo que quiere Cristal. Que puede ser mucho, mucho mejor.

¿Cuáles son los objetivos de las Divisiones Formativas de Sporting Cristal?

Bueno, el primer objetivo del fútbol de menores es formar. Y el objetivo final también es un objetivo que es palpable, este año si se quiere, de ver por ejemplo a Alexis Rojas jugando, que es un chico que ha estado en Cristal toda su vida. Y está jugando Pacheco, que es categoría 99. Entonces, el objetivo finalmente es proveer al primer equipo de jugadores en condiciones de triunfar, ¿no? No solo porque sí. Decir, bueno, ya, voy a poner menores y ya, ¿no? Lo pongo y si no juega, ya, servirá para decir que no. Sino de formarlos y finalmente, dentro del filtro que se hace, encontrar a los mejores jugadores, bien formados en todo sentido. Como personas y como futbolistas obviamente, que estén capacitados para ser jugadores del primer equipo de Cristal. Esto es lo que yo entiendo. No soy el Jefe de la Unidad Técnica, tendrías que preguntarle a Telmo, pero lo que nos trasmite en todo caso va por esa línea.

¿Cuáles crees que son los principales desafíos de cara al futuro?

¿Desafíos? Pues, consolidar y acentuar la mejora de Sporting Cristal en menores. Seguir limando temas metodológicos que pueden mejorar. No conformarse con ser el club más ordenado o con mayores recursos, sino intentar seguir creciendo y establecer una diferencia. Y yo también siento que debe ser un propósito y un objetivo poder disputar torneos internacionales, que lo hace Cristal, pero con la certeza de que se puede competir afuera desde la propuesta de Cristal. Me refiero a que se puede competir siendo protagonista, que se puede competir mandando o intentando mandar en el campo de juego a partir de la pelota. Internacionalmente, con lo que significa el roce que tienen los jugadores cuando salen, me parece que ese también debe ser un objetivo de Cristal. Recuperar o posicionarse a nivel internacional también como un equipo formador y productor de jugadores de nivel.

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Gerardo Marín, LaNueve

¿Cómo ves a los chicos con los que estás trabajando en la Sub-18?

Los veo muy bien. La capacidad que tienen los chicos para adaptarse y aprender es sensacional. Eso es algo que a mí me encanta. Todavía no están contaminados con los vicios que nos contaminamos los mayores ya siendo profesionales. Si bien el fútbol termina siendo un trabajo, nos olvidamos que siempre ha sido una pasión y perdemos un poco el espíritu amateur. Los jugadores jóvenes, y en Cristal esta Sub-18, tienen esa capacidad de adaptación, esas ganas de aprender. El compromiso y la entrega que por lo menos me han brindado a mí como su entrenador me llena de orgullo, porque cuando los veo jugar yo me siento orgulloso de ser su entrenador y creo que representan fielmente la idea que tenemos como grupo y la idea de juego que tiene como club la institución.

Precisamente sobre eso… entiendo que quieres que el equipo juegue bien, y que lo haga de una determinada manera, y entiendo también que Cristal tiene una idea de juego. Incluso, viniendo a ver los partidos de Copa Federación, la he percibido. Ahora, no la llego a tener del todo clara… entiendo que la pelota se juega principalmente por abajo, los pases la mayoría tienen una intención, se evita dividir el balón, ¿cómo podrías tú describirme cuál es la esencia o lo principal de esta idea de juego de la que se habla?

SÍ. Mira, yo te puedo hablar de nosotros, principalmente. Al futbolista hay que enseñarle a interpretar el juego, porque no es solo “la pelota que vaya por abajo”. No. A veces hay que ir por arriba. A veces un pase largo de cincuenta o sesenta metros desintoxica la acción, la libera y aclara la jugada. Entonces, termina siendo a veces como un cliché el decir “bueno, vamos a jugar bien, vamos a salir jugando”. Claro, sales jugando hasta que te presionan. Entonces, no, nosotros intentamos primero controlar el partido a partir de manejar la pelota la mayor cantidad de tiempo posible. Que esté en nuestro poder. Desde el arquero, ir avanzando con la pelota. Comenzar en nuestro arco y llevarla hasta el arco rival. Tener la posesión con una intención, con un propósito, que es desordenar al rival, para finalmente lastimarlo, atacarlo la mayor cantidad de veces que se pueda por partido para generar de esa forma la mayor cantidad de ocasiones de gol posibles. Y ahí, que las probabilidades se acerquen a nuestra orilla. Generando diez ocasiones de gol contra una del rival, es muy probable que tú termines ganado. Es básicamente eso. Después hay un rival. Después hay campos, a veces en Copa Federación, en los que jugar a nuestro modo nos ha costado. Pero en todo caso lo que resalto es el compromiso y la fidelidad en cualquier escenario, porque nos ha tocado ir a un campeonato en Ecuador (Copa Mitad del Mundo) y hemos sido absolutamente fieles. Más en la adversidad, diría yo, que en la bonanza. Así que esa es un poco la forma y la idea que tenemos.

¿Hay una cosa tal como una idea del club? Se dice que cada entrenador es un club dentro de un club de fútbol… ¿hay espacio para interpretar cada uno a su modo dentro de la categoría con la que trabaja? ¿Qué tan flexible es esto?

Lo que pasa es que, mira. A mí me parece extraordinario que el club quiera tener un estilo y persista en esa búsqueda. Porque lo lamentable a veces, dentro de nuestra sociedad, es que, como estamos acostumbrados a la desorganización, al incumplimiento de las reglas, si llega alguien que dice “no, mira, yo quiero hacer esto, quiero hacerlo bien y quiero hacerlo de esta forma”, en el momento que no lo haga va a ser señalado. Por como distinto ¿no? Pero, me parece por eso que es indispensable y valoro y aplaudo que Cristal continúe en esa búsqueda de querer tener una forma de distinguirse.

Claro. Es una búsqueda, más que tenerla ya dada simplemente…

Porque esa es una búsqueda constante. Por supuesto que después depende, yo digo, fundamentalmente del técnico. Porque un equipo de fútbol es una idea, y después hay un compromiso de acuerdo a la idea que tenga ese equipo. Y la idea es el entrenador. Por supuesto que podemos todos decir: “queremos ser protagonistas, queremos ser de tal forma, de esta otra”. Pero, es como la cocina, podemos darnos la misma receta a nosotros tres y no va a salir el mismo plato, eso es seguro. Seguro, seguro, no va a salir el mismo plato. A pesar de nosotros tener los mismos ingredientes. Entonces, sí que el técnico ahí es parte principal. Pero Cristal tiene buenos entrenadores, desde el primer equipo, y que mantenga esa búsqueda me parece que es un reto para Cristal indispensable y al que no puede renunciar de ninguna forma, porque la única posibilidad no solo de ganar en Perú, que ya lo ha hecho, sino de recuperar nivel en el extranjero es de una forma. Teniendo una forma, un estilo, una idea, y valoro que Cristal esté en esa línea.

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Gerardo Marín, LaNueve

¿Cuáles son los problemas de formación que has identificado en el fútbol peruano? ¿Cómo crees que se deberían enfrentar?

Yo lo que creo es que principalmente para formar hay que partir de lo más básico primero. Hay que tener por lo menos balones en condiciones. Te estoy hablando de lo principal. Si quieres jugar fútbol, por lo menos tener una cantidad de balones necesaria para poder entrenar en condiciones. Un lugar donde entrenar. De la logística básica. Después, me parece que es un error cuando se nos quiere alejar de la identidad del futbolista peruano. Cuando no respetamos la naturaleza del futbolista peruano, que es la técnica, que es la habilidad. Técnica que puede explotarse. Cuando queremos transformar a los futbolistas peruanos en uruguayos o en paraguayos para que choquen y peleen y cada vez buscamos o priorizamos el biotipo sobre características esenciales con las que naturalmente hemos nacido, insisto, como la capacidad para desarrollar una técnica positiva, como la habilidad, como el manejo del cuerpo de tipos que han crecido en la pista, en la calle. Si queremos transformar a esos chicos en atletas y decir “no, ahora que choquen, que choquen contra los paraguayos, y quiero que choquen contra los uruguayos”… no, un momentito. Eventualmente hay que chocar, sí, pero si tenemos calidad técnica vamos a evitar el choque, que es mucho más positivo. Entonces, creo que hay que acentuar la formación en las características principales de nuestros futbolistas. Eso me parece a mí clave. Respetar la naturaleza del futbolista peruano es una tarea que sobre todo nosotros los entrenadores peruanos debemos de defender y continuar.

¿Cómo se puede generar esto a través de un trabajo planificado? Siendo la habilidad o la técnica algo que pueda ser desestructurado o desequilibrante… Hoy, todos queremos ser Guardiola pero no todos entendemos bien de qué se trata lo que propone y no todos sabemos cómo llevarlo al día a día en el entrenamiento…

Bueno, pasa mucho, ¿no? Yo observo equipos que claro, te dicen “no, a nosotros nos interesa salir jugando”, y salir jugando no es dársela al arquero, del arquero al central y este la reviente, ¿no? Termina eso siendo salir jugando. Y salir jugando no es que te presionan y no, ya bueno, no salgo jugando porque me presionan… Al revés, que te presionen es una invitación a salir jugando porque si tú logras salir de esa presión vas a agarrar a un equipo desbalanceado, a un equipo con espacios a la espalda. Entonces, nosotros los peruanos, y vuelvo al tema cultural, sí que vivimos en una desorganización. El futbolista peruano tiene un talento importante, pero un talento individual, un talento desorganizado. Entonces, por supuesto que se puede trabajar la técnica. Nosotros tenemos capacidad y posibilidades de construir jugadores con muy buena técnica. Pero hay que trabajar la técnica como locos, obsesivamente hay que trabajar desde el primer día la técnica, la capacidad para dar los pases, el sentido de los pases. Por supuesto que hay que trabajar la habilidad, pero lo que nos falta, y que nos falta como sociedad misma, es una organización. Hay que empaquetar el talento que tienen nuestros jugadores dentro de una organización, no solo que sostenga ese talento sino que lo potencie y en el que cada uno cumpla un rol colectivo que mejore al equipo.

¿Cómo permitir que un niño futbolista sea imaginativo o creativo para jugar pero que al mismo tiempo aprenda conceptos tácticos o conceptos colectivos indispensables? Ese el gran reto, ¿no?

Lo que pasa es que la mayoría de chicos no sabe jugar al fútbol. Son jugadores de jugadas. Hacen jugadas. Pero si tú no le enseñas que hay lugares para el desequilibrio individual, que hay lugares para tocar en primera, que hay lugares en donde hay que darle tal vez un toque más a la pelota, que hay lugares donde no hay que estar porque tal vez hay que liberar el espacio para un compañero… Entonces, hay que enseñarles a jugar. Hay que enseñarles a entender el juego para que puedan tomar las decisiones correctas dentro de un partido de noventa minutos. Y son tomas de decisiones constantes. Tomar una decisión correcta no solo el que tiene la pelota sino todos. Uno como entrenador aspira a que en cada momento del juego, todos estén pensando lo mismo, y estén interpretando lo mismo, para poder jugar bien, finalmente, dentro de la idea del entrenador. Porque podemos todos discutir después de gustos. A ti te puede gustar una cosa y a mí me puede gustar otra. Tu puedes ser un técnico que quiera ser como Simeone y para Simeone jugar bien es reducir los espacios, salir rápido de contra. Y si sus jugadores lo hacen, perfecto, van a estar jugando bien. Pero al equipo de Simeone le ponemos a Guardiola y juegan igualito como juegan con Simeone, no, para Guardiola no va a ser que estén jugando bien. Ahora, yo sí digo una cosa, y hay acá uniformidad de pensamiento…

¿Acá en Cristal?

No, en el mundo entero. Digo, nadie se conmueve con una barrida o con un despeje de un central a la tribuna. Todos tenemos la capacidad de conmovernos cuando vemos algo sublime, algo especial. Una cantidad de pases que de repente salga y libere al extremo por derecha, y este saque el centro y acabe en gol. O una huacha en un momento preciso. O un mano a mano que saque a dos jugadores. Entonces, eso nos conmueve ¿no? Habría que partir por ahí para preguntarnos: ¿qué es jugar bien?, ¿qué nos gusta?

Frente a eso, responderían diciendo eso de que el Atlético eliminó al Bayern de Guardiola…

Uno tiene que ganar y otro perder. Pero, ojo, yo te digo, a mí me parece que juega bien el Atlético. Me parece que es un equipo que interpreta a cabalidad la idea de juego que tienen y eso me parece que es jugar bien. Ahora, que me conmueva… ese partido no me lo acuerdo por el Atlético de Madrid, me lo acuerdo por lo que hizo el Bayern, que fue extraordinario, y ganó, ganó dos a uno. El segundo tiempo fue complicado, y después volvió a remontar, y siguió. Finalmente, yo no soy ni hincha del Bayern ni hincha del Atlético de Madrid, yo soy hincha del futbol. Entonces, disfruto o no del espectáculo que me brinden los equipos. Y si Atlético de Madrid juega contra Atlético de Madrid, pues probablemente ese partido yo no lo voy a ver. No me va a entretener. Pero ahí (Bayern vs. Atlético) yo me entretuve y la pase extremadamente bien porque el Bayern no renunció. Porque fue valiente y me encantó.

El mejor partido de la temporada pasada.

Y después perdió. Sí. Listo. Perdió, pero yo lo disfruté. Entonces, sí, claro, si hay que solo exaltar lo que hace el ganador y hay que criticar al derrotado, bueno, entonces hay que decir que solo gano el Real Madrid y el que hizo las cosas bien fue el Real Madrid, y después todos son un desastre.

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Gerardo Marín, LaNueve

¿Qué piensas de los ex-futbolistas entrenadores o ex-futbolistas formadores? Si partimos de la idea de que saber leer no es lo mismo que saber enseñar a leer, ¿qué tiene que hacer un ex-futbolista para convertirse en un BUEN entrenador o para convertirse en un BUEN formador?

Bueno, primero parte con una ventaja y es que tiene una sensibilidad para entender ciertas cosas que aquel que no ha jugado profesionalmente quizás no tenga. Pero, bueno, es una pequeña ventaja. No es para nada determinante, es una pequeña ventaja que después, si no la formas… Yo pienso que es importante estudiar, y no solo el curso (de entrenador). Los niveles de los cursos son distintos. Te hablo desde mi experiencia, de la posibilidad de viajar, de ver qué se hace afuera, qué hacen los mejores, la posibilidad de, ya tienes a la mano Internet, o sea, puedes hacer un curso tú solito. Si tú quieres realmente, tienes entrenamientos de todos los equipos del mundo en Internet. Puedes leer, hay un montón de libros también, y de esa forma encontrar un poco tu idea. Yo lo que digo es que cada entrenador es una idea, o debería ser una idea y el proceso es encontrarla, a partir de esa idea desarrollar una metodología que la sostenga, que pueda aflorar esa idea y después, también, ser capaz de convencer. Esto también es un atributo y una herramienta del entrenador: poder convencer al jugador. Y esto ya no trata de técnica ni de estrategia ni de táctica, sino de capacidad afectiva, emocional, para poder convencer al jugador de aquello que tú crees.

Y argumentativa también, ¿no? No solo afectiva…

Sí, claro. Hay que explicar también, ¿no? Los chicos son avispados, son moscas, hay que explicarles el porqué de las cosas. Y después se van dando cuenta de que lo que les dices pasa. Y a partir de ahí van creyendo. Se trata de interiorizarles esa idea a los chicos, y que los chicos después, ya una vez que creen eso, la defienden como suya.

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Gerardo Marín, LaNueve

Diriges una categoría que está muy cercana al fútbol profesional, y es un momento de la carrea del futbolista en el que el embudo se hace estrecho. Es un paso ciertamente difícil. En esta etapa, ¿qué tienes que poner tú como entrenador y qué tienen que poner los chicos como aspirantes a futbolistas profesionales?

Pues el corazón y el alma. Con menos no alcanza. Con menos no alcanza, y con eso muy probablemente tampoco. Estadísticamente son pocos los chicos que pueden llegar a ser futbolistas profesionales de los equipos de menores. En ese sentido, el esfuerzo, la dedicación y el profesionalismo ya en esta edad debe ser marcado. El entrenador debe, me parece, en esta edad, ya instruirlos u otorgarles también entrenamientos profesionales. Y por profesionales me refiero a ser consciente hasta de los horarios, de llegar temprano, de respetar a los compañeros. Cosas que en Primera ya no pueden ser… que el chico llegue a Primera y, ah bueno, en su segundo entrenamiento llegó tarde. O de repente está hablando el profesor y el chico esta pateando al arco, cosas así.

Hay que hacer un rol educativo.

Por supuesto. Tiene que ser así. El entrenamiento tiene que ser profesional, que eso no significa que se abstraiga la alegría. Sin alegría no hay nada. No hay futbol. Entonces tiene que haber, yo siempre les digo a los chicos, mucho profesionalismo y mucha alegría. Y tenemos que ser capaces de emocionar a los jugadores con nuestro entrenamiento. Esa es una tarea del entrenador. Emocionar al jugador para que disponga de todo lo que tiene en sí. Sacarle todo. Pero para eso tienes que emocionarlo, tienes que conmoverlo, tienes que entretenerlo, que todo ello no debe estar peleado con el profesionalismo sino que está totalmente emparentado.

¿Qué piensas sobre el debate de quemar etapas? En edades de Copa Federación, si un chico rinde muy bien, ¿te parece que debería subir de categoría, tener la oportunidad de jugar con chicos mayores o te parece que deberían respetarse las edades?

Sí. Lo que pasa es que… hay que…

¿Ver cada caso en particular?

Exactamente. En menores es como la flor. El futbolista en menores es como la flor. Aflora o no aflora. Y lo último que tienes que hacer es regarla con mucho corazón, darle luz, proveerle de todo. Pero después tal vez no aflore… el talento no se le puede acelerar o contener, ¿no? Bueno, se puede contener si lo haces mal. Así que si hay futbolistas que destacan sobremanera en una categoría y pueden jugar en otra me parece bien, y creo que eso no va a ser determinante para enlentecer su trayecto a profesional para nada. Yo creo que es algo natural que se va dando dentro del entrenamiento positivo que le puedas dar al chico. Ahora la regla obliga a jugar con un menor en la categoría mayor (Sub-18). La categoría mayor tiene que jugar con un menor obligatoriamente. Y hay muchos clubes que también lo hacen. De hecho, nosotros hemos ido a un torneo ahora en Ecuador que era Sub-19 con Sub-18, y a esa edad no pasa nada. No hay diferencias con que juegues con un año más. Ahora, si me estás hablando –por eso te digo de la individualidad, de tomarse por cada caso– de un chico de 11 años y lo pones a jugar con unos de 15… ahí ya no creo que sería productivo. Por eso digo que cada caso hay que tomarlo en particular.

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Gerardo Marín, LaNueve

¿Estuviste viendo entrenamientos en Europa? ¿Qué tal esa experiencia?

Sí. Pues genial, la verdad. Una experiencia formidable tener la posibilidad de ver a grandísimos entrenadores que he admirado siempre. Verlos entrenar creo que te nutre enormemente. Yo he tenido la oportunidad de ir algunas veces. La primera vez fue clarificador y aparte me dio unas ganas terribles de poder dirigir, así que ha sido de un aprendizaje excelente.

¿Hay algo más que te gustaría agregar a lo que nos has contado?

Yo lo que sí quiero es, sobre todo los entrenadores peruanos, tenemos que defendernos, tenemos que querer lo nuestro. No todo lo que viene de afuera es mejor por venir desde afuera. En el Perú tenemos talento, tenemos talento de verdad, talento a nivel de jugadores, tenemos entrenadores con mucho talento. Te puedo nombrar a Paul Cominges, por ejemplo, entrenador nacional. Te puedo nombrar a Pablo Zegarra, entrenador nacional, que tienen muchísimo talento. Que están al nivel o son mejores que cualquiera que pueda venir. Entonces, yo lo que digo es que hay que, y es una tarea de todos, de ustedes también, defender la naturaleza del futbolista peruano. Defender su posibilidad de ser rico técnicamente, defender su habilidad. El otro día conversaba con Telmo, el español, y decía: “siempre que yo veo un pequeñito en un club digo que ese debe jugar muy bien porque ya los pequeñitos no juegan… ahora ponen a los grandotes, ¿no?”. Y yo creo que hay que defender eso. Hay que defender a los jugadores que excusándonos en una absurda modernidad decimos “no, este no porque no corre, o este no porque no marca”, y después esos mismos son los que están alabando a Iniesta, Xavi o Busquets, o jugadores de primer mundo que han dado cátedra y han demostrado que no por ser pequeñito quiere decir que no tenga fuerza o que no tengas capacidad para poder jugar en el primer nivel. Eso no quiere decir, esto también para subrayarlo, que no se deba ir al gimnasio ni trabajar, ni todas esas cosas naturales del futbolista que quiere ser profesional. Por supuesto que hay que ir al gimnasio y hay que entrenar con la mayor intensidad posible. Pero eso, por supuesto, hay que direccionarlo en defender eso, en la naturaleza del futbolista peruano, que es rica y que de un tiempo a esta parte no lo estamos haciendo y ahí puedes encontrar también alguna respuesta en el nivel.

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