Conversamos con Juan José Luque, Director Técnico de la FCB Escola Perú, y Pedro Pérez, Ex Coordinador de la Escuela Socio-Deportiva de la Fundación Real Madrid en nuestro país, sobre educación, disciplina, el triunfo y la derrota en el fútbol formativo y sus aprendizajes como educadores. En esta PRIMERA ENTREGA, te traemos sus reflexiones sobre la importancia de ganar y/o perder en el fútbol de los niños.
Estos son algunos fragmentos de las reflexiones que nos dejaron en torno al fútbol de menores estos dos representantes del Barcelona y Real Madrid en nuestro país. Alguna vez el argentino Julio Velasco, mítico entrenador de la multicampeona selección masculina de voleibol de Italia, señaló lo siguiente en una entrevista televisiva transmitida por la RAI: “La vida no es un campeonato. La vida no se divide entre ganadores y perdedores. La diferencia fundamental sigue siendo vivir entre buenas y malas personas. Entre las buenas personas hay ganadores y perdedores y entre las malas personas, también. Hay que saber diferenciar lo que es un campeonato, lo que es una empresa y lo que es la vida de todos los días. A veces se pone demasiado el modelo para todos los aspectos de la vida y eso no es correcto”. Esa entrevista la vio Pep Guardiola, en el tramo final de su carrera como futbolista, e inmediatamente después agendó un encuentro con Velasco, con quien mantiene contacto hasta el día de hoy.
¿Qué tan relevante es ganar y/o perder en la etapa del fútbol formativo? Hay entrenadores que consideran que ganar es muy importante porque el niño se acostumbra a ello y porque ganar, de alguna manera, mejora la autoestima del jugador. ¿Qué opinión tienen sobre esta idea?
Juan José: El ganar y el perder… primero deberíamos especificar muy bien y tener muy claro qué significa ganar y perder. Si lo simplificamos a un resultado en un marcador creo que poco valor le vamos a dar al trabajo que desarrollan los chicos en cancha, ¿no? Si no tenemos claro realmente que ganar o perder pueden ser fruto de un trabajo realizado en cancha, y que uno puede ganar en el marcador y no haber cumplido los objetivos en cancha, o todo lo contrario, haber perdido en el marcador y haber trabajado y haber jugado como nunca, creo que realmente no estaríamos muy bien ubicados con qué etapas formativas estamos en ese momento trabajando, ¿no? (…) Bajo mi perspectiva, o la perspectiva que normalmente intento defender y proponer, el ganar o el perder es una gestión emocional simplemente y lo que es muy importante es la formación. La formación, no hacia el ganar, sino hacia vivir las experiencias de manera correcta que te permitan el día de mañana gestionar ganar o perder bien, cuando realmente la competición tenga un valor en un rendimiento y una etapa de más edad (…).
Pedro: El ganar y el perder forman parte de la vida misma. No hay que darle únicamente importancia al hecho de ganar y tampoco hay que ponerse en el otro papel de que ganar es completamente…
¿Irrelevante?
Pedro: Irrelevante, exacto. Creo que lo ideal es un término medio, ¿no? Y, como te digo, en la vida naturalmente ganas y pierdes. Y en muchas de las ocasiones pierdes muchas más veces de las que ganas. Y si el fútbol formativo debe preparar a los chicos para lo que se van a encontrar más adelante, tiene que prepararles tanto para ganar como para perder. Como dice Juan José, el tema de gestión de emociones, ¿no? De cómo se asimila el éxito y a la vez cómo se asimila el fracaso. (…) Los chicos tienen que aprender a valorar, independientemente del resultado, lo que ha sucedido en el campo como producto o como resultado de todo el trabajo que hay anteriormente (…).
Juan José: El perder es clave, porque es una oportunidad. El perder es una oportunidad para poder trabajar. Para poder mejorar. Es aprender. Si solamente queremos exponer a los chicos hacia experiencias positivas, no estamos exponiéndolos hacia las realidades. Y suele suceder cuando hay una sobreprotección de los chicos, sobre todo de parte de los padres, que les duele mucho ver a sus hijos perder, cuando lo que no están realmente viendo es a sus hijos viviendo unas experiencias. Que en ese momento pueden parecer negativas pero simplemente son unas experiencias que les van a hacer mejores futbolistas. (…) Muchas veces el niño se encuentra a otro entrenador después de un partido, que suele ser el padre. Después de dos horas de entreno… ¿encontrarme dos horas más de mi padre o de mi abuelo? No veas, ¿no? Es muy difícil gestionarlo, cuando incluso futbolistas profesionales entrenan dos horas al día y llegan a casa y tranquilos. Nos encontramos con niños que, en cambio, la gestión post partido la están teniendo con padre, madre, abuelo y una cantidad de tiempo que realmente lo único que hace es: pensar que el perder es muy malo, porque mira la cara que tiene mi padre o mi abuelo después de lo que ha pasado en este partido; y ganar tiene que ser muy bueno porque mira cómo está saltando y botando por la banda mi padre, ¿no? Cuando ellos no tendrían que vivir esa situación… quien tiene que vivir esa situación es el niño. Y los padres pues muchas veces se trasladan queriendo vivir o disfrutar de la experiencia de sus hijos, en vez de contemplarla. O acompañarla, que es lo que deberían hacer.
Pedro: El tema es cómo socialmente hemos concebido la victoria y la derrota. Cómo la única posibilidad de tener éxito es a través de la victoria, y si pierdes siempre eres un fracasado. No necesariamente tiene porque ser así. Y el deporte es un reflejo de eso mismo, al igual que otras parcelas. Por ejemplo, el chico que estudia muchísimo y no entra a la universidad. Por mucho que el chico lo haya dado todo, socialmente va a ser un fracasado porque no ha conseguido lo que quería, ¿no? Cuando, de repente, ese chico en el proceso de haber estudiado un montón, no sé, ha generado unas rutinas que antes por ejemplo no tenía… a partir de ahí ha adquirido aprendizajes que de repente ahora mismo no le sirven y más adelante, sí. Y, bueno, eso no es un fracaso.
Este es solo el primero de los temas que se tocaron en la conversación con Juan José y Pedro. Más adelante te traeremos el resto de la entrevista, que dejó reflexiones profundas y una mirada crítica que urge construir en el fútbol formativo de nuestro país.