especiales – LaNueve https://lanueve.com.pe Fútbol Fri, 26 Apr 2019 20:37:10 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.5.17 Gira en Ecuador: Reserva de Sporting Cristal enfrentó a Independiente del Valle y Ecuador sub-17 https://lanueve.com.pe/2019/02/07/gira-en-ecuador-reserva-de-sporting-cristal-enfrento-a-independiente-del-valle-y-ecuador-sub-17/ Thu, 07 Feb 2019 20:34:31 +0000 /?p=16937 La Reserva de Sporting Cristal se encuentra de gira en Ecuador. 

La Reserva de Sporting Cristal enfrentó a Independiente del Valle y a la selección ecuatoriana sub-17 en partidos amistosos programados durante su gira en Ecuador.

Luego de caer 0-1 ante la selección sub-17 de Ecuador el último miércoles, el equipo de Manuel Barreto superó hoy 2-1 a la categoría sub-18 de Independiente del Valle.

Como parte de esta gira, la Reserva de Sporting Cristal tiene previsto sostener un partido amistoso más, que será frente a Liga Deportiva Universitaria.

 

]]>
Sporting Cristal anunció el préstamo de Christopher Olivares a Vitória Sport Clube https://lanueve.com.pe/2019/01/31/sporting-cristal-anuncio-el-prestamo-de-christopher-olivares-a-vitoria-sport-clube/ Thu, 31 Jan 2019 17:21:56 +0000 /?p=16913 Christopher Olivares (99) jugará en el fútbol de Portugal tras ser cedido temporalmente por Sporting Cristal.

Sporting Cristal anunció el acuerdo con Vitória Sport Clube de Portugal por la cesión temporal de Christopher Olivares (99) durante una temporada y media.

Olivares se formó en Esther Grande de Bentín. En 2017, llegó a Sporting Cristal. Ese año debutó en Primera División. En la temporada 2018, sumó 472 minutos en el Torneo Descentralizado (ADFP).

A nivel de selecciones juveniles, el delantero de 19 años integró la selección peruana sub-15 en los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014, donde se consiguió la medalla de oro. Además, disputó el Sudamericano Sub-17 Paraguay 2015 y el Sudamericano Sub-20 Chile 2019.

 

]]>
Pier Larrauri: “Un trabajo, eso se volvió para mí cuando me fui a Alemania” https://lanueve.com.pe/2018/12/10/pier-larrauri-un-trabajo-eso-se-volvio-para-mi-cuando-me-fui-a-alemania/ Mon, 10 Dec 2018 22:32:53 +0000 /?p=16725 Pasó más de una década desde que Pier Larrauri llegó al Bayern Múnich con el rótulo de “El Messi peruano”. Lo que debía ser una experiencia increíble para un niño de 13 años terminó convirtiéndose en una historia de desencanto por la exposición mediática, el negocio del fútbol, la exigencia deportiva y la expectativa social.

Por Renzo Pucce

Sentado en un sofá azul de un departamento miraflorino, Pier Larrauri (1994) mira un video de Youtube titulado “Lionel Messi-Ento-Cristiano-Ronaldinho Peruano Pier Larrauri Conroy 13 años”. Son 5 minutos con 47 segundos de imágenes que remontan al año 2007 y que muestran la manera en cómo los periodistas y bloques deportivos anunciaban su incorporación al Bayern Múnich con 13 años de edad. Todos guardan un común denominador en cuanto al tratamiento de la información: utilizan comparaciones con futbolistas de élite, calificativos pomposos y crean una expectativa enorme respecto al futuro deportivo del niño futbolista en cuestión.

Pier Larrauri, natural de Siena (Italia), jugaba en Esther Grande de Bentín, una de las más importantes escuelas formadoras de futbolistas en el Perú, cuando se presentó la oportunidad de ir a jugar en el poderoso y multicampeón club alemán, Bayern Múnich. Larrauri destacaba sobre el resto de chicos de su categoría en los torneos infantiles: hacía goles, daba asistencias, eludía con facilidad a sus rivales y regalaba jugadas vistosas. Su talento atrajo naturalmente la atención de todos, en especial de Carlos Delgado, representante de Claudio Pizarro, quien además jugaba en el equipo bávaro en aquel entonces. Delgado se convirtió en el nexo entre ambos y, luego de dos invitaciones en 2005 y 2006, se concretó una estadía más prolongada de Larrauri al año siguiente.

Todas las partes involucradas, E.G.B., el Bayern Múnich, la empresa Image y César Larrauri, papá de Pier, manejaron un mismo discurso sobre el acuerdo que existía de por medio. Ellos sostenían que se trataba de una “beca”, una modalidad que no vulnera el artículo 19 del Reglamento de sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, mediante el cual la FIFA establece la autorización de transferencias internacionales de futbolistas menores de 18 años bajo tres excepciones. Así buscaban evitar una sanción por parte del organismo rector del fútbol mundial, cuyos controles fueron creados a partir de los innumerables casos de niños y adolescentes, africanos en su mayoría, que viajaban a Europa para cumplir su sueño de ser futbolistas profesionales, pero que terminaban siendo víctimas de tráfico de menores durante las últimas décadas.

La estadía en Bayern, junto a su papá, terminó antes de lo previsto. El interés mediático inicial ya no era el mismo. Llegó como “estrella” y se fue en silencio. “Por ello el club alemán resolvió poner una barrera entre el joven peruano y la prensa, que con el paso del tiempo perdió interés en su estadía en Múnich a tal punto que su regreso a Lima, terminando el invierno, a principios del 2008, pasó desapercibida y sin una línea en los diarios de la ciudad”, informaba la cadena de radio y televisión alemana, Deutsche Welle. “El nuevo Messi” no tuvo la historia de éxito de Messi.

Su aspecto físico y sus declaraciones desatan pequeñas risas en Larrauri al inicio del material audiovisual. En la pantalla del celular que carga con sus dos manos sobre sus piernas, aparece él, con 13 años, conversando con los periodistas que habían asistido a la conferencia de prensa del anuncio de su paso al Bayern Múnich. Le preguntaban por Messi, la selección peruana absoluta y la selección alemana absoluta. “Fenómeno” y “niño genio” acompañan las notas periodísticas. A medida que el video avanza, el semblante de Larrauri cambia. Su rostro combina varias sensaciones juntas: seriedad, nostalgia, reflexión. Desliza sus manos por su cara varias veces. Hace calor. Suspira. Alza la mirada. Voltea. Esboza una sonrisa al mismo tiempo que mueve la cabeza hacia un lado como una señal de que es suficiente.

Más de una década después de su paso por el Bayern Múnich, Pierantonio Larrauri Conroy vuelve a abrir ese capítulo de su vida. Ya es adulto y futbolista profesional, con presente en Deportivo Municipal y pasado en Leicester City (Inglaterra), Pachuca (México), Sporting Cristal, Cienciano y Alianza Lima. Pone pausa a su carisma y sentido del humor. Sin perder la espontaneidad que lo caracteriza, habla de aquella experiencia sin tapujos en una entrevista que aclara las condiciones del acuerdo que lo llevó al club alemán y da cuenta del impacto del discurso periodístico, el negocio del fútbol, la expectativa social y todo lo que configura la práctica de traspasos internacionales de menores. El video da pie a la primera pregunta.

¿Qué te genera escuchar los calificativos utilizados por la prensa deportiva para referirse a ti en aquella época?

Me imagino la presión que debí haber sentido porque era un chico de 13 años que en su momento era un poco mejor que el promedio, nada más que eso. Me gustaba jugar al fútbol, pero en ningún momento me gustó que me calificaran como “El siguiente Messi”, o que si voy a llegar a una selección u otra. Yo quería jugar al fútbol, divertirme jugando al fútbol. Todo eso generó bastante presión en mí y que, en vez de disfrutar del fútbol, se vuelva un trabajo, y a los 13 años no puede ser así.

¿Eras consciente de toda la cobertura periodística que se te daba?

Era muy consciente de eso. Recuerdo que cuando llegué a Alemania parecía que habían contratado un jugador del primer equipo. Llegué y era pura cámara. Le decía a mi papá: “No me gusta eso”. Me sentía incómodo. Era un niño. Solo quería jugar al fútbol.

Leí que tu papá había declarado que se sintieron entusiasmados con el hecho de que los medios de comunicación se interesaran en ti. ¿Era algo natural?

No, para nada. Mi papá se enteró de la conferencia ahí nomás . Él también me conoce y lo que más quería era estar al margen de esto, haber viajado sin que nadie se enterara. Para mí lo principal era jugar al fútbol, no todo lo que se vivió porque me generó una gran presión. Mi papá lo entendía.

¿Participaron en esa conferencia de prensa por compromiso?

Fue de sorpresa. Cuando llegamos, vimos que hubo demasiados periodistas de todos los canales, los programas, los periódicos. Y fue como que: “Qué es esto”. Ahí se agrandó todo.

¿Recuerdas con qué otros calificativos la prensa deportiva se refería a ti?

“El nuevo Messi”, “El Messi peruano”, me acuerdo de ese porque hay mil videos del “Messi peruano”.

¿Qué te generaba escuchar esas comparaciones?

Presión. Yo no quería eso. A los 13 años ni siquiera sabes qué va a pasar, si vas a ser futbolista profesional… Lo único que quería era divertirme jugando al fútbol. Para que eso suceda no tenía que tener esta mochila gigante. En lugar de jugar tranquilo y seguir divirtiéndome, se volvió en un trabajo, como un profesional. No era lo que buscábamos.

¿Conversabas con tu papá en casa sobre todo lo que se decía?

Al principio es como que: “¡Guau!, soy famoso, soy chiquito, 13 años…”. Pero después de un tiempo es una presión que yo no buscaba.

¿Te arrepientes de esa exposición mediática?

No me arrepiento de nada en mi vida. Al final, son experiencias. Siento que se pudo haber manejado de otra forma.

Pier Larrauri fondo cuadro blanco y negro

 

¿Qué recuerdas de los entrenamientos? ¿Se respetaba el lado lúdico, que es lo que más disfruta el chico a esa edad?

Me acuerdo que los entrenamientos eran muy intensos. Era hora y media, hora y cuarto. Tomabas agua una vez y luego no parabas hasta el final. Pateaban muy fuerte la pelota a la hora de los pases.  Yo no estaba acostumbrado a eso. Me quedé sorprendido. Te das cuenta de qué fuerte pasan la pelota en Europa.

¿Era un entrenamiento militarizado?

No. Era un entrenamiento… a la hora de calentar, cuando eres chico calientas haciendo skipping, zig-zag, picas… ellos se pasaban la pelota fuerte. Nos quedábamos diez minutos. Dices: “Qué tontería, ¿pasarse la pelota diez minutos?” Pero mejoraban bastante la técnica. Se acostumbraban, en canchas muy buenas, a pasarse la pelota fuerte.

¿El entrenamiento exigía tus capacidades físicas y emocionales?

Los alemanes son muy rígidos, no te regalan una sonrisa. Desde que empieza el entrenamiento, son muy intensos, más que todo en lo físico. Tienes que estar fuerte mentalmente para poder llevar el entrenamiento, preparado bien físicamente.

¿Lo más importante era el resultado? ¿Cuál era el manejo de los entrenadores?

Los dos. Desde chico, es importante prevalecer un estilo, pero aun así se tiene la mentalidad de ganar. Todo lo que juguemos se tiene que ganar.

¿El entrenador sancionaba o ayudaba al aprendizaje?

Ayudaba al aprendizaje. Yo no hablaba alemán. Hablaba inglés. Siempre me hablaba y todo.

A veces, vemos a algunos entrenadores de menores que gritan mucho durante un partido, que no facilitan que el jugador resuelva una determinada situación por su cuenta. Algunos pueden llegar a hostigar en lugar de educar. ¿Qué tipo de entrenador tenías?

Cuando llegué allá, una hora antes del partido te ponía las tácticas. Todos tenían que jugar la misma formación del primer equipo, desde la sub-11. Si el entrenador jugaba de tal forma, todas las categorías tenían que jugar igual. Vas escalando y si tienes un modelo, al final te acostumbras más fácil.

¿Sentías que ya no podías fallar?

Obviamente. Eso es por todo lo que se vivió. Esa presión me generaba miedo a fallar.

¿Cómo convivías con ese margen de error al límite?

Se me hizo difícil. Había momentos en el que ni siquiera quería jugar. Estaba presionado, nervioso. Decía: “Si la c…, si no me va bien…”. Literal, pensaba eso. Decía: “Tengo que estar mentalmente fuerte para poder llevar este mal momento”.

¿Estuviste tensionado en tus primeras prácticas con el equipo?

Me gusta el fútbol. Debo haber disfrutado el momento que estaba viviendo. Un poco nervioso, pero una vez que entraba a la cancha se me pasaba.

¿Esa presión te daba indicios de que el fútbol dejaba de ser un juego y pasaba a ser algo más serio?

Me comencé a dar cuenta de eso. Ya no lo disfrutaba como antes. Era una presión para un chico de 13 años que tiene que ir al colegio y en las tardes jugar al fútbol, como si fuera un hobby, porque eso es a esa edad. No es lo más importante el fútbol. Un trabajo, eso se volvió para mí cuando me fui a Alemania. Eso no me llegó a gustar.

¿Cuánto tiempo te tomó acostumbrarte adaptarte a nivel personal y deportivo?

Nunca me llegué a acostumbrar. Era un chico de 13 años que no podía comunicarse con los demás compañeros. La gran mayoría no hablaba inglés. En el colegio me fue mejor. Uno de los requisitos que mi papá puso fue que vaya a un buen colegio. Era uno de los mejores en Alemania, iba gente de todo el mundo. Allí hice muchos más amigos, me sentía mucho más cómodo. Pero llegaba a entrenar y no podía decir una sola palabra.

¿Qué situaciones les hacían cuestionarse si fue la mejor decisión?

Sobre todo la presión de llegar ahí y ser “un jugador maravilla” . Todo lo que se generó con la prensa, que estaba bien atenta a mí. No poder comprender a mis compañeros, ni ellos a mí.

No mencionaste el tema familiar…

Ah verdad, me olvidaba, el tema familiar también. Estar lejos de mi mamá y mi hermano. Seguro para mi papá también fue súper complicado. Aún así, hizo un gran sacrificio por mí. Es algo que a lo largo de los años lo he valorado bastante.

¿Lograbas concentrarte en la escuela?

Sí, porque en el colegio era el lugar donde más cómodo me sentía. Había gente de todo el mundo, todos hablaban inglés. Disfruté bastante estudiar allá. Teníamos bastantes actividades. Llegaba del colegio y tenía que ir “altoque” a entrenar. Llegaba a mi casa a las 8 de la noche para comer y dormir.

¿Cuánto tiempo la prensa alemana estuvo pendiente de ti?

Bastante. Salía en el periódico. Estaban bien atentos a mí. Todos los fines de semana que jugaba estaban como que: “¿Cómo le ha ido?”. Por eso sentía que los entrenadores, que todos estaban atentos a mí. No era lo que buscaba a esa edad. Lo único que quería era disfrutar como cualquier chico de 13 años, no que todos los ojos estén en ti.

¿Qué hacía que recuperaras la motivación y superaras los momentos duros?

Tener a mi papá al lado. Fue un soporte bien grande. Para mí lo sigue siendo. Él me ayudó bastante en ese momento. Igual, hubo cosas lindas. Fue un espacio donde estuvimos los dos juntos, nos reímos bastante. Aunque pasamos momentos difíciles, también tuvimos buenos momentos.

¿Es cierto que no continuaste porque te habían prometido que tu mamá y tu hermano irían seis meses después?

Después del primer año, ellos tenían que venir supuestamente. Igual, cada día te están viendo, te están probando. Si ven que no te va bien el primer año, no van a hacer el sacrificio de traer toda una familia. Aun así no me sentía tan cómodo. Mi papá lo entendía y sentía que traer a toda la familia era agrandar esta presión. Mantener a una familia o traer a toda una familia a otro continente no era lo que un chico de 13 años espera a esa edad.

¿Les mencionaron ese compromiso antes de que viajaran?

Antes de que yo fuera ya sabía de ese compromiso. Pero cuando lo vives te das cuenta de lo que está pasando. Es decir en ese momento: “A lo mejor voy y todo resulta color de rosa y la paso muy bien, hago grandes amigos, y puedo lidiar con esta presión”. A lo mejor hay otros que sí pueden. A los 13 años, hay chicos que a lo mejor les va muy bien. En mi caso no fue así.

¿La razón por la que no continuaste fue netamente deportiva?

Deportiva y ellos también… Si ellos me hubiesen dicho al año te traemos a toda la familia, a lo mejor con mi papá hubiésemos dicho: “Mira, ha sido un primer año de transición, vamos a probar un año más”. En ellos tampoco había muchas ganas de seguir con este proyecto y en nosotros tampoco.

¿Quisiste renunciar? 

Siempre quise luchar hasta el final, hasta el último día de este contrato que tenía de un año. Nunca pensamos en irnos a mitad de año.

¿Fue una transferencia? En ese momento, tu papá recibía un sueldo. Se encargaron de darles vivienda y pagarte los estudios. Tanto Bayern Múnich y Esther Grande de Bentín se esforzaron en aclarar de que no se trataba de un contrato porque la FIFA lo prohíbe. ¿Cuál fue la figura real?

No podíamos decir en ese momento, porque la FIFA lo prohíbe: “Hemos contratado a un chico de 13 años”. Lo que ellos hicieron fue decir: “El papá se ha venido a vivir acá. Le hemos dado cualquier excusa: trabajo. Se le va a dar un sueldo y ya. Al chico lo metemos al colegio y ya”.

Esa es una de las 3 licencias que te da la FIFA para poder operar transferencias de futbolistas menores. Sin embargo, no se toma conciencia de las posibles consecuencias. ¿En tu caso, valía más el hecho de no quedarse con la duda de qué hubiese pasado?

Muchas veces lo he conversado con mi papá y eso es lo que él me dice. De grande, le dije que no fue una bonita experiencia por todo lo que pasé en ese momento. Pero él varias veces me lo dijo: “¿Qué hubiera pasado si es que no hubiéramos hecho esto?” A lo mejor nos hubiéramos arrepentido toda la vida. En cambio, lo hicimos. No hay nada de qué arrepentirse.

Pier Larrauri blanco y negro 4

¿Temías volver por la opinión de la gente?

Sí, era consciente de eso. Tú dices: “Me voy, ya no quiero regresar más”. Esa es la idea que tienes. Al principio es difícil, después de un tiempo te acostumbras.

Te llegas a acostumbrar, pero el camino es complicado. Recuerdo que tu papá declaró en una entrevista que era difícil para él verte asumiendo este reto porque era parte de lo que tú querías, pero a la vez sacrificabas cosas que te iban a terminar afectando. Y también hablaba de episodios en los que tú llegabas a casa y llorabas en la noche porque extrañabas a tu mamá. ¿Hubo esos episodios?

Seguramente varias veces me he puesto a llorar pensando en que extrañaba a mi familia, mis amigos, mis costumbres. Es un cambio muy grande.

¿Sentías la presión de que si no lo hacías bien, tu familia no iría?

A lo mejor inconscientemente sí. Pero en ese momento no lo pensaba.

¿Temías decepcionar a tu padre o a tu familia?

Sentía presión de toda la gente alrededor: qué van a decir la prensa, mis amigos, no tanto mi familia porque sabía que iban a estar en las buenas y en las malas conmigo.

¿Tu familia te hizo sentir presionado?

Creo que no. A lo mejor mi papá, siempre ha estado conmigo y es muy metido en el fútbol, puede ser que sin darse cuenta me haya generado un tipo de presión cuando las cosas no iban bien, porque estuvo a mi lado. Pero mi mamá y mi hermano están muy alejados del fútbol.

¿Hubo depresión o frustración cuando volviste, al no haber alcanzado la expectativa que tenías de niño?

No recuerdo mucho, pero debo haber sentido cierto temor, como que la gente pueda haberse sentido decepcionada de mí. Hubieran esperado que me quede allá y todo. Más que todo los chicos, porque yo volvía a Bentín. Entonces, había hecho toda esta despedida y al año volver, en su momento lo debo haber pensado. Me imagino regresar a mi club, con los entrenadores, volver a empezar… seguramente fue complicado al principio, pero después te llegas a acostumbrar.

¿Con la llegada al Bayern Múnich, qué visualizabas en tu carrera? ¿A dónde pensabas llegar?

Seguramente al primer equipo, para eso vas. “Acá voy a hacer mi carrera”. Si estoy firmando con un equipo de allá, que estaba apostando por mí tan pequeño, tengo que escalar poco a poco hasta llegar a la profesional.

La expectativa no era solo tuya, sino había otros factores que alimentaron la misma: la familia, los amigos, la prensa. ¿Todos influyeron?

Obviamente. Estamos hablando de que cuando llegué y todo lo que estábamos diciendo del “Messi peruano”, quieras o no te entra en la cabeza. Eso hace que empieces a pensar cuando eres pequeño: “A lo mejor voy a hacer una “megaestrella””. Vas creciendo y te vas dando cuenta que no se van cumpliendo las metas y comienzas a decepcionarte de ti mismo.

¿Hoy te sientes con frustración por no haber cumplido la expectativa que tuviste?

Durante muchos momentos me lo he preguntado. Llega un momento en que tienes 23-24 años y no cumples las metas que pensaste que a esta edad ibas a tener. Seguramente te genera un tipo de presión. Pero después, te vas dando cuenta que en la vida pasan muchas cosas, muchas circunstancias y entiendes que al final ciertas metas pueden pasar, lo importante es el camino.

¿Cuánto hubiese cambiado la toma de decisión y tu experiencia en Bayern, si tu familia no hubiera tenido estabilidad económica?

No hubiera cambiado para nada. Siempre digo que los dos lados son difíciles. Cuando eres un chico humilde, sacar a tu familia adelante… pero también viene la otra parte donde puedes elegir si quieres estudiar… Yo podía tranquilamente estudiar en la universidad, salir con mis amigos todos los fines de semana, pero yo tenía que descansar. No tuve ninguna fiesta de chico, ningún paseo del colegio, porque jugaba los fines de semana. También sacrificas cosas. No creo en eso de que, porque es humilde, va a ser más difícil el camino. Por los dos lados es complicado.

Te lo preguntaba porque la prioridad pasa a ser otra. El chico de recursos bajos posiblemente tenga que cargar con la mochila de sacar adelante a la familia. Sin embargo, no es determinante como tú ya lo has explicado. 

¿Mirando hacia atrás, sientes que asumiste responsabilidades de una persona adulta?

Claramente. Era como un trabajo, ya tenía sueldo. El sueldo se lo daban a mi papá, pero era como si el sueldo me lo dieran a mí. Todas las miradas encima, traer a mi papá, cambiarlo de país…

¿Qué es lo que más sacrificaste?

Lo que más me costó fue estar lejos de mi mamá y mi hermano durante 8 meses. Obviamente, mis amigos del colegio, el clima, la comida, influyen, pero lo más grande es la familia. Estar lejos de mi mamá fue difícil.

¿Y tu infancia?

También. Desde que estaba en el Perú, desde que estaba chico, mi papá siempre me ha dicho: “Si quieres ser futbolista, tienes que ser profesional desde chico”. Mi papá lo hizo para forjar un carácter. Había momentos en los que tenía un paseo del colegio y no podía ir, porque tenía a los 12 años que jugar un partido un sábado. Perdía un paseo. Obviamente, a esa edad, yo quería irme de paseo, por más que me guste el fútbol. A esa edad quería que mi papá esté contento, me imagino. Desde muy chico me he dedicado al fútbol. Por eso llegó cierta edad en la que ya no me sentía tan contento jugando al fútbol por todo lo que perdí, desde pequeño.

¿Te gustaría recuperar algunas cosas de tu infancia?

Ya no las voy a recuperar. En ese momento hubiese preferido otro tipo de cosas.

Pier Larrauri blanco y negro 3

¿Cuándo te acostumbraste a cargar con la ilusión de los demás: familia, hinchas, club?

Me ha costado. Hasta hoy hay veces que sí siento cierta presión, pero ya soy mucho más fuerte mentalmente. Al final ya no me pongo tanta presión en mí. Trato de vivir el día a día, no pensar mucho en lo que va a venir. Si es que al final no llego a lograr la meta, no pasa nada. Trato de disfrutar el camino. Al final va a ser más fácil llegar a la meta, si pienso así.

¿Dejas en un segundo plano la expectativa de los demás?

Sí, me enfoco más en mi propia felicidad, en entrenarme bien durante el día. Las cosas pueden salir o no, pero por lo menos me siento contento de que me estoy enfocando día a día en tratar de hacerlo lo mejor posible.

¿Consideras que es lo mejor que puede hacer un futbolista para lidiar con la presión externa?

Considero que es lo mejor para mí, para Pier Larrauri. A lo mejor para otros es más importante ponerse metas a futuro y eso hace que durante el día tengas una motivación extra. Para mí lo más importante es vivir al día a día. No decir: “Espero en un año estar en la selección o estar en Europa”. Seguramente lo quiero lograr, pero si no pasa, no pasa nada. Así es como estoy tratando de vivir y lo que me hace bien.

¿Qué te sugiere el hecho de que sean contados los casos de transferencias internacionales de futbolistas menores de edad que tuvieron un final feliz?

Si pensamos en todos los chicos que salieron al exterior a temprana edad, ¿cuántos han llegado a ser profesionales o “mega estrellas”? Seguramente serán contados con los dedos de la mano. Salen muchísimos chicos, pero son pocos los que llegan. Creo que mejor es debutar en tu país, jugar en tu país, hacer la carrera en tu país. Ya cuando hayas destacado en el fútbol profesional de tu país, salir. Eso es lo que recomiendo, por mi experiencia.

La historia de Messi tuvo un final feliz. Si estuvieras escribiendo un libro autobiográfico e incluyeras tu paso por el Bayern Múnich, ¿cómo cerrarías ese capítulo?

Uy… no sé la verdad…  no quiero hablar mal… No tengo el nombre del capítulo, pero sería como una experiencia que un menor no debe sentir en ese momento. Uno tiene que divertirse, no quemar etapas, ir paso a paso, no apresurarse. Creo que lo mejor es que los chicos tengan una carrera en su país, que no quemen etapas, que sus papás no los lleven a otro lado.

¿Sería más un capítulo para generar reflexión?

Sí, para generar reflexión.

¿El negocio del fútbol te parece perverso?

Obviamente.

¿Nos puedes contar sobre aquella imagen que presenciaste cuando fuiste a España para pasar una prueba en el Atlético de Madrid?

En África hay bastantes muchachos que no tienen para vivir y muchos clubes españoles contrataban chicos africanos porque a esa edad marcaban bastante la diferencia. Eran muchísimo más grandes que los demás. Se traían 500 africanos, te estoy tirando cualquier número. Cuando las cosas van bien, por eso es que yo te digo que el fútbol es perverso, qué bonito: traemos a todos los africanos acá y ya. Pero cuando las cosas van mal, pa’ fuera. Te botan, no sirves. El fútbol es así, la vida en general. Cuando estás bien, todos están contigo. Pero cuando las cosas van mal, no. Entonces, había siete-ocho africanos en un cuarto. Era mejor que vivir como vivían seguramente allá. Pero en el momento que las cosas no van bien, te regresan a tu país.

¿Tú lo viste?

Yo lo vi en ese momento porque dormía en el cuarto con un niño africano. Para mí, que económicamente había estado bien desde pequeño gracias a Dios, fue chocante vivir todo eso. Cuando fui al Atlético de Madrid tenía 14 años. Los que estaban en el cuarto eran dos o tres años mayor que yo. Un día se le acercó la chica de la lavandería a mi papá y le dijo: “No puedes dejar a tu hijo tan pequeño acá en España, en estos cuartos”. No vives como un niño normal.

En ese momento ustedes no sabían que muchos de esos chicos terminaban mendigando en la calle porque no lograban ser futbolistas. Incluso no volvían a ver a sus familias.

Por supuesto. Me imagino que a estos africanos se los traían porque sus condiciones no eran las mejores. ¿Después, cómo volvían a África? Yo no sé si el club les dirá: “Toma tu pasaje de regreso”.

Incluso, podría tratarse de tráfico de menores. Ustedes no tomaban consciencia de eso.

Claro.

¿El fútbol está condenado a jugar por el deber de ganar y no por el placer de jugar?

Sí, pero los jugadores que pueden llevar la presión que genera el fútbol y aun así logran divertirse son los que marcan la diferencia. Mejor te va en la vida, si disfrutas lo que haces.

¿Hoy juegas con el mismo entusiasmo que en la infancia?

La motivación va y viene. Hay momentos durante el año donde me siento muy motivado. Uno tiene que lidiar con esto. Me siento mucho más fuerte mentalmente. Sé cómo salir adelante cuando me vienen estos bajones.

Eduardo Galeano describe al futbolista en su libro “Fútbol a Sol y Sombra” de la siguiente manera: “Cuando más éxito tiene, y más dinero gana, más preso está”. ¿De qué modo el futbolista podría evitar esa sensación?

Una vez que vas alcanzando cierto nivel, vas ganando más plata, te vas volviendo mejor jugador, es normal que la presión aumente. En esos momentos es importante prepararse mentalmente. Como te dije, a mí me hace bien ir paso a paso. Disfrutar los entrenamientos, no pensar mucho en el futuro, sino en lo que estás viviendo en el momento.

¿Quién podría ayudarte a liberarte de esa presión?

Es importante a veces ir al psicólogo. Nos enfocamos en mejorar la técnica, la táctica, pero la cabeza es lo más importante.

¿Tú cómo sales adelante cuando te caes?

Yo voy al psicólogo. No tengo problema en decirlo. Converso con un profesional cuando tengo un problema. Durante estos últimos años, me ha ayudado bastante.

¿Qué recomendarías a los papás de niños futbolistas ante una situación similar a la que viviste, pero que desconocen del impacto que puede generar en sus hijos menores?

Que tomen conciencia. Que su hijo es un niño todavía. Tiene mucho por vivir. Que no le quiten lo más importante ahorita que es la infancia. Más adelante tendrá muchos momentos en ser profesional, pero ahorita no es la edad.

]]>
Manuel Barreto: “Al futbolista hay que enseñarle a interpretar el juego” https://lanueve.com.pe/2018/11/05/manuel-barreto-al-futbolista-hay-que-ensenarle-a-interpretar-el-juego/ Tue, 06 Nov 2018 01:00:42 +0000 /?p=4037 Escrito por: Martín Salinas Cisneros, @amrtinaslinas

 

Conversamos con el entrenador de la categoría Sub-18 de Sporting Cristal sobre la actualidad del trabajo formativo en el club rimense y sobre fútbol en general. Excelente charla sobre qué es jugar bien, formación, desafíos, el paso al fútbol profesional y mucho más en la siguiente nota.

 

Luego de una sesión de entrenamiento en que los jugadores son los protagonistas por su interacción constante con el balón, conversamos con Manuel Barreto en una nutrida charla futbolera. Aprender, disfrutar, argumentar con ideas pero siempre poner el corazón y el alma son algunas de los conceptos que el entrenador expone. El técnico de la Sub-18 celeste es uno de los representantes de una generación de entrenadores jóvenes que pretenden generar un impacto positivo en el fútbol peruano a través de una reflexión crítica de los que sucede en menores e incorporando una metodología que esté acorde con estas ideas.

Cuéntame un poco de la actualidad del trabajo formativo en Cristal y específicamente en la Sub-18.

Bueno, yo llegué este año a Cristal y ha sido muy positivo lo que he encontrado. No solo porque acá tienes a la mano más herramientas, sino que también los chicos son provistos de –a veces de cosas sencillas– uniforme, agua, buenos balones y en condiciones…

Estructura.

Sí, sí, sí. Cosas que parece que uno no debería valorarlas porque sintiera que deberían ser indispensables, pero no siempre es el caso, ¿no? Entonces, ya teniendo la estructura de Cristal, también –hace un tiempo atrás, antes de que yo llegara– se ha formado un equipo con la intención de producir jugadores, de formarlos y en ese sentido yo creo que se viene haciendo un buen trabajo. Primero estuvo Alberto Giraldez, y ahora está Telmo de Andrés, español que es jefe de la Unidad Técnica. Con él a la cabeza yo creo que se ha hecho un buen trabajo, y ahí también viene lo positivo, que yo siento que puede ser mucho mejor, y en ese camino va direccionado, o al menos eso presiento e intuyo que es la decisión y lo que quiere Cristal. Que puede ser mucho, mucho mejor.

¿Cuáles son los objetivos de las Divisiones Formativas de Sporting Cristal?

Bueno, el primer objetivo del fútbol de menores es formar. Y el objetivo final también es un objetivo que es palpable, este año si se quiere, de ver por ejemplo a Alexis Rojas jugando, que es un chico que ha estado en Cristal toda su vida. Y está jugando Pacheco, que es categoría 99. Entonces, el objetivo finalmente es proveer al primer equipo de jugadores en condiciones de triunfar, ¿no? No solo porque sí. Decir, bueno, ya, voy a poner menores y ya, ¿no? Lo pongo y si no juega, ya, servirá para decir que no. Sino de formarlos y finalmente, dentro del filtro que se hace, encontrar a los mejores jugadores, bien formados en todo sentido. Como personas y como futbolistas obviamente, que estén capacitados para ser jugadores del primer equipo de Cristal. Esto es lo que yo entiendo. No soy el Jefe de la Unidad Técnica, tendrías que preguntarle a Telmo, pero lo que nos trasmite en todo caso va por esa línea.

¿Cuáles crees que son los principales desafíos de cara al futuro?

¿Desafíos? Pues, consolidar y acentuar la mejora de Sporting Cristal en menores. Seguir limando temas metodológicos que pueden mejorar. No conformarse con ser el club más ordenado o con mayores recursos, sino intentar seguir creciendo y establecer una diferencia. Y yo también siento que debe ser un propósito y un objetivo poder disputar torneos internacionales, que lo hace Cristal, pero con la certeza de que se puede competir afuera desde la propuesta de Cristal. Me refiero a que se puede competir siendo protagonista, que se puede competir mandando o intentando mandar en el campo de juego a partir de la pelota. Internacionalmente, con lo que significa el roce que tienen los jugadores cuando salen, me parece que ese también debe ser un objetivo de Cristal. Recuperar o posicionarse a nivel internacional también como un equipo formador y productor de jugadores de nivel.

_dsc0032

Gerardo Marín, LaNueve

¿Cómo ves a los chicos con los que estás trabajando en la Sub-18?

Los veo muy bien. La capacidad que tienen los chicos para adaptarse y aprender es sensacional. Eso es algo que a mí me encanta. Todavía no están contaminados con los vicios que nos contaminamos los mayores ya siendo profesionales. Si bien el fútbol termina siendo un trabajo, nos olvidamos que siempre ha sido una pasión y perdemos un poco el espíritu amateur. Los jugadores jóvenes, y en Cristal esta Sub-18, tienen esa capacidad de adaptación, esas ganas de aprender. El compromiso y la entrega que por lo menos me han brindado a mí como su entrenador me llena de orgullo, porque cuando los veo jugar yo me siento orgulloso de ser su entrenador y creo que representan fielmente la idea que tenemos como grupo y la idea de juego que tiene como club la institución.

Precisamente sobre eso… entiendo que quieres que el equipo juegue bien, y que lo haga de una determinada manera, y entiendo también que Cristal tiene una idea de juego. Incluso, viniendo a ver los partidos de Copa Federación, la he percibido. Ahora, no la llego a tener del todo clara… entiendo que la pelota se juega principalmente por abajo, los pases la mayoría tienen una intención, se evita dividir el balón, ¿cómo podrías tú describirme cuál es la esencia o lo principal de esta idea de juego de la que se habla?

SÍ. Mira, yo te puedo hablar de nosotros, principalmente. Al futbolista hay que enseñarle a interpretar el juego, porque no es solo “la pelota que vaya por abajo”. No. A veces hay que ir por arriba. A veces un pase largo de cincuenta o sesenta metros desintoxica la acción, la libera y aclara la jugada. Entonces, termina siendo a veces como un cliché el decir “bueno, vamos a jugar bien, vamos a salir jugando”. Claro, sales jugando hasta que te presionan. Entonces, no, nosotros intentamos primero controlar el partido a partir de manejar la pelota la mayor cantidad de tiempo posible. Que esté en nuestro poder. Desde el arquero, ir avanzando con la pelota. Comenzar en nuestro arco y llevarla hasta el arco rival. Tener la posesión con una intención, con un propósito, que es desordenar al rival, para finalmente lastimarlo, atacarlo la mayor cantidad de veces que se pueda por partido para generar de esa forma la mayor cantidad de ocasiones de gol posibles. Y ahí, que las probabilidades se acerquen a nuestra orilla. Generando diez ocasiones de gol contra una del rival, es muy probable que tú termines ganado. Es básicamente eso. Después hay un rival. Después hay campos, a veces en Copa Federación, en los que jugar a nuestro modo nos ha costado. Pero en todo caso lo que resalto es el compromiso y la fidelidad en cualquier escenario, porque nos ha tocado ir a un campeonato en Ecuador (Copa Mitad del Mundo) y hemos sido absolutamente fieles. Más en la adversidad, diría yo, que en la bonanza. Así que esa es un poco la forma y la idea que tenemos.

¿Hay una cosa tal como una idea del club? Se dice que cada entrenador es un club dentro de un club de fútbol… ¿hay espacio para interpretar cada uno a su modo dentro de la categoría con la que trabaja? ¿Qué tan flexible es esto?

Lo que pasa es que, mira. A mí me parece extraordinario que el club quiera tener un estilo y persista en esa búsqueda. Porque lo lamentable a veces, dentro de nuestra sociedad, es que, como estamos acostumbrados a la desorganización, al incumplimiento de las reglas, si llega alguien que dice “no, mira, yo quiero hacer esto, quiero hacerlo bien y quiero hacerlo de esta forma”, en el momento que no lo haga va a ser señalado. Por como distinto ¿no? Pero, me parece por eso que es indispensable y valoro y aplaudo que Cristal continúe en esa búsqueda de querer tener una forma de distinguirse.

Claro. Es una búsqueda, más que tenerla ya dada simplemente…

Porque esa es una búsqueda constante. Por supuesto que después depende, yo digo, fundamentalmente del técnico. Porque un equipo de fútbol es una idea, y después hay un compromiso de acuerdo a la idea que tenga ese equipo. Y la idea es el entrenador. Por supuesto que podemos todos decir: “queremos ser protagonistas, queremos ser de tal forma, de esta otra”. Pero, es como la cocina, podemos darnos la misma receta a nosotros tres y no va a salir el mismo plato, eso es seguro. Seguro, seguro, no va a salir el mismo plato. A pesar de nosotros tener los mismos ingredientes. Entonces, sí que el técnico ahí es parte principal. Pero Cristal tiene buenos entrenadores, desde el primer equipo, y que mantenga esa búsqueda me parece que es un reto para Cristal indispensable y al que no puede renunciar de ninguna forma, porque la única posibilidad no solo de ganar en Perú, que ya lo ha hecho, sino de recuperar nivel en el extranjero es de una forma. Teniendo una forma, un estilo, una idea, y valoro que Cristal esté en esa línea.

_dsc0070

Gerardo Marín, LaNueve

¿Cuáles son los problemas de formación que has identificado en el fútbol peruano? ¿Cómo crees que se deberían enfrentar?

Yo lo que creo es que principalmente para formar hay que partir de lo más básico primero. Hay que tener por lo menos balones en condiciones. Te estoy hablando de lo principal. Si quieres jugar fútbol, por lo menos tener una cantidad de balones necesaria para poder entrenar en condiciones. Un lugar donde entrenar. De la logística básica. Después, me parece que es un error cuando se nos quiere alejar de la identidad del futbolista peruano. Cuando no respetamos la naturaleza del futbolista peruano, que es la técnica, que es la habilidad. Técnica que puede explotarse. Cuando queremos transformar a los futbolistas peruanos en uruguayos o en paraguayos para que choquen y peleen y cada vez buscamos o priorizamos el biotipo sobre características esenciales con las que naturalmente hemos nacido, insisto, como la capacidad para desarrollar una técnica positiva, como la habilidad, como el manejo del cuerpo de tipos que han crecido en la pista, en la calle. Si queremos transformar a esos chicos en atletas y decir “no, ahora que choquen, que choquen contra los paraguayos, y quiero que choquen contra los uruguayos”… no, un momentito. Eventualmente hay que chocar, sí, pero si tenemos calidad técnica vamos a evitar el choque, que es mucho más positivo. Entonces, creo que hay que acentuar la formación en las características principales de nuestros futbolistas. Eso me parece a mí clave. Respetar la naturaleza del futbolista peruano es una tarea que sobre todo nosotros los entrenadores peruanos debemos de defender y continuar.

¿Cómo se puede generar esto a través de un trabajo planificado? Siendo la habilidad o la técnica algo que pueda ser desestructurado o desequilibrante… Hoy, todos queremos ser Guardiola pero no todos entendemos bien de qué se trata lo que propone y no todos sabemos cómo llevarlo al día a día en el entrenamiento…

Bueno, pasa mucho, ¿no? Yo observo equipos que claro, te dicen “no, a nosotros nos interesa salir jugando”, y salir jugando no es dársela al arquero, del arquero al central y este la reviente, ¿no? Termina eso siendo salir jugando. Y salir jugando no es que te presionan y no, ya bueno, no salgo jugando porque me presionan… Al revés, que te presionen es una invitación a salir jugando porque si tú logras salir de esa presión vas a agarrar a un equipo desbalanceado, a un equipo con espacios a la espalda. Entonces, nosotros los peruanos, y vuelvo al tema cultural, sí que vivimos en una desorganización. El futbolista peruano tiene un talento importante, pero un talento individual, un talento desorganizado. Entonces, por supuesto que se puede trabajar la técnica. Nosotros tenemos capacidad y posibilidades de construir jugadores con muy buena técnica. Pero hay que trabajar la técnica como locos, obsesivamente hay que trabajar desde el primer día la técnica, la capacidad para dar los pases, el sentido de los pases. Por supuesto que hay que trabajar la habilidad, pero lo que nos falta, y que nos falta como sociedad misma, es una organización. Hay que empaquetar el talento que tienen nuestros jugadores dentro de una organización, no solo que sostenga ese talento sino que lo potencie y en el que cada uno cumpla un rol colectivo que mejore al equipo.

¿Cómo permitir que un niño futbolista sea imaginativo o creativo para jugar pero que al mismo tiempo aprenda conceptos tácticos o conceptos colectivos indispensables? Ese el gran reto, ¿no?

Lo que pasa es que la mayoría de chicos no sabe jugar al fútbol. Son jugadores de jugadas. Hacen jugadas. Pero si tú no le enseñas que hay lugares para el desequilibrio individual, que hay lugares para tocar en primera, que hay lugares en donde hay que darle tal vez un toque más a la pelota, que hay lugares donde no hay que estar porque tal vez hay que liberar el espacio para un compañero… Entonces, hay que enseñarles a jugar. Hay que enseñarles a entender el juego para que puedan tomar las decisiones correctas dentro de un partido de noventa minutos. Y son tomas de decisiones constantes. Tomar una decisión correcta no solo el que tiene la pelota sino todos. Uno como entrenador aspira a que en cada momento del juego, todos estén pensando lo mismo, y estén interpretando lo mismo, para poder jugar bien, finalmente, dentro de la idea del entrenador. Porque podemos todos discutir después de gustos. A ti te puede gustar una cosa y a mí me puede gustar otra. Tu puedes ser un técnico que quiera ser como Simeone y para Simeone jugar bien es reducir los espacios, salir rápido de contra. Y si sus jugadores lo hacen, perfecto, van a estar jugando bien. Pero al equipo de Simeone le ponemos a Guardiola y juegan igualito como juegan con Simeone, no, para Guardiola no va a ser que estén jugando bien. Ahora, yo sí digo una cosa, y hay acá uniformidad de pensamiento…

¿Acá en Cristal?

No, en el mundo entero. Digo, nadie se conmueve con una barrida o con un despeje de un central a la tribuna. Todos tenemos la capacidad de conmovernos cuando vemos algo sublime, algo especial. Una cantidad de pases que de repente salga y libere al extremo por derecha, y este saque el centro y acabe en gol. O una huacha en un momento preciso. O un mano a mano que saque a dos jugadores. Entonces, eso nos conmueve ¿no? Habría que partir por ahí para preguntarnos: ¿qué es jugar bien?, ¿qué nos gusta?

Frente a eso, responderían diciendo eso de que el Atlético eliminó al Bayern de Guardiola…

Uno tiene que ganar y otro perder. Pero, ojo, yo te digo, a mí me parece que juega bien el Atlético. Me parece que es un equipo que interpreta a cabalidad la idea de juego que tienen y eso me parece que es jugar bien. Ahora, que me conmueva… ese partido no me lo acuerdo por el Atlético de Madrid, me lo acuerdo por lo que hizo el Bayern, que fue extraordinario, y ganó, ganó dos a uno. El segundo tiempo fue complicado, y después volvió a remontar, y siguió. Finalmente, yo no soy ni hincha del Bayern ni hincha del Atlético de Madrid, yo soy hincha del futbol. Entonces, disfruto o no del espectáculo que me brinden los equipos. Y si Atlético de Madrid juega contra Atlético de Madrid, pues probablemente ese partido yo no lo voy a ver. No me va a entretener. Pero ahí (Bayern vs. Atlético) yo me entretuve y la pase extremadamente bien porque el Bayern no renunció. Porque fue valiente y me encantó.

El mejor partido de la temporada pasada.

Y después perdió. Sí. Listo. Perdió, pero yo lo disfruté. Entonces, sí, claro, si hay que solo exaltar lo que hace el ganador y hay que criticar al derrotado, bueno, entonces hay que decir que solo gano el Real Madrid y el que hizo las cosas bien fue el Real Madrid, y después todos son un desastre.

_dsc0120

Gerardo Marín, LaNueve

¿Qué piensas de los ex-futbolistas entrenadores o ex-futbolistas formadores? Si partimos de la idea de que saber leer no es lo mismo que saber enseñar a leer, ¿qué tiene que hacer un ex-futbolista para convertirse en un BUEN entrenador o para convertirse en un BUEN formador?

Bueno, primero parte con una ventaja y es que tiene una sensibilidad para entender ciertas cosas que aquel que no ha jugado profesionalmente quizás no tenga. Pero, bueno, es una pequeña ventaja. No es para nada determinante, es una pequeña ventaja que después, si no la formas… Yo pienso que es importante estudiar, y no solo el curso (de entrenador). Los niveles de los cursos son distintos. Te hablo desde mi experiencia, de la posibilidad de viajar, de ver qué se hace afuera, qué hacen los mejores, la posibilidad de, ya tienes a la mano Internet, o sea, puedes hacer un curso tú solito. Si tú quieres realmente, tienes entrenamientos de todos los equipos del mundo en Internet. Puedes leer, hay un montón de libros también, y de esa forma encontrar un poco tu idea. Yo lo que digo es que cada entrenador es una idea, o debería ser una idea y el proceso es encontrarla, a partir de esa idea desarrollar una metodología que la sostenga, que pueda aflorar esa idea y después, también, ser capaz de convencer. Esto también es un atributo y una herramienta del entrenador: poder convencer al jugador. Y esto ya no trata de técnica ni de estrategia ni de táctica, sino de capacidad afectiva, emocional, para poder convencer al jugador de aquello que tú crees.

Y argumentativa también, ¿no? No solo afectiva…

Sí, claro. Hay que explicar también, ¿no? Los chicos son avispados, son moscas, hay que explicarles el porqué de las cosas. Y después se van dando cuenta de que lo que les dices pasa. Y a partir de ahí van creyendo. Se trata de interiorizarles esa idea a los chicos, y que los chicos después, ya una vez que creen eso, la defienden como suya.

_dsc0131

Gerardo Marín, LaNueve

Diriges una categoría que está muy cercana al fútbol profesional, y es un momento de la carrea del futbolista en el que el embudo se hace estrecho. Es un paso ciertamente difícil. En esta etapa, ¿qué tienes que poner tú como entrenador y qué tienen que poner los chicos como aspirantes a futbolistas profesionales?

Pues el corazón y el alma. Con menos no alcanza. Con menos no alcanza, y con eso muy probablemente tampoco. Estadísticamente son pocos los chicos que pueden llegar a ser futbolistas profesionales de los equipos de menores. En ese sentido, el esfuerzo, la dedicación y el profesionalismo ya en esta edad debe ser marcado. El entrenador debe, me parece, en esta edad, ya instruirlos u otorgarles también entrenamientos profesionales. Y por profesionales me refiero a ser consciente hasta de los horarios, de llegar temprano, de respetar a los compañeros. Cosas que en Primera ya no pueden ser… que el chico llegue a Primera y, ah bueno, en su segundo entrenamiento llegó tarde. O de repente está hablando el profesor y el chico esta pateando al arco, cosas así.

Hay que hacer un rol educativo.

Por supuesto. Tiene que ser así. El entrenamiento tiene que ser profesional, que eso no significa que se abstraiga la alegría. Sin alegría no hay nada. No hay futbol. Entonces tiene que haber, yo siempre les digo a los chicos, mucho profesionalismo y mucha alegría. Y tenemos que ser capaces de emocionar a los jugadores con nuestro entrenamiento. Esa es una tarea del entrenador. Emocionar al jugador para que disponga de todo lo que tiene en sí. Sacarle todo. Pero para eso tienes que emocionarlo, tienes que conmoverlo, tienes que entretenerlo, que todo ello no debe estar peleado con el profesionalismo sino que está totalmente emparentado.

¿Qué piensas sobre el debate de quemar etapas? En edades de Copa Federación, si un chico rinde muy bien, ¿te parece que debería subir de categoría, tener la oportunidad de jugar con chicos mayores o te parece que deberían respetarse las edades?

Sí. Lo que pasa es que… hay que…

¿Ver cada caso en particular?

Exactamente. En menores es como la flor. El futbolista en menores es como la flor. Aflora o no aflora. Y lo último que tienes que hacer es regarla con mucho corazón, darle luz, proveerle de todo. Pero después tal vez no aflore… el talento no se le puede acelerar o contener, ¿no? Bueno, se puede contener si lo haces mal. Así que si hay futbolistas que destacan sobremanera en una categoría y pueden jugar en otra me parece bien, y creo que eso no va a ser determinante para enlentecer su trayecto a profesional para nada. Yo creo que es algo natural que se va dando dentro del entrenamiento positivo que le puedas dar al chico. Ahora la regla obliga a jugar con un menor en la categoría mayor (Sub-18). La categoría mayor tiene que jugar con un menor obligatoriamente. Y hay muchos clubes que también lo hacen. De hecho, nosotros hemos ido a un torneo ahora en Ecuador que era Sub-19 con Sub-18, y a esa edad no pasa nada. No hay diferencias con que juegues con un año más. Ahora, si me estás hablando –por eso te digo de la individualidad, de tomarse por cada caso– de un chico de 11 años y lo pones a jugar con unos de 15… ahí ya no creo que sería productivo. Por eso digo que cada caso hay que tomarlo en particular.

_dsc0179

Gerardo Marín, LaNueve

¿Estuviste viendo entrenamientos en Europa? ¿Qué tal esa experiencia?

Sí. Pues genial, la verdad. Una experiencia formidable tener la posibilidad de ver a grandísimos entrenadores que he admirado siempre. Verlos entrenar creo que te nutre enormemente. Yo he tenido la oportunidad de ir algunas veces. La primera vez fue clarificador y aparte me dio unas ganas terribles de poder dirigir, así que ha sido de un aprendizaje excelente.

¿Hay algo más que te gustaría agregar a lo que nos has contado?

Yo lo que sí quiero es, sobre todo los entrenadores peruanos, tenemos que defendernos, tenemos que querer lo nuestro. No todo lo que viene de afuera es mejor por venir desde afuera. En el Perú tenemos talento, tenemos talento de verdad, talento a nivel de jugadores, tenemos entrenadores con mucho talento. Te puedo nombrar a Paul Cominges, por ejemplo, entrenador nacional. Te puedo nombrar a Pablo Zegarra, entrenador nacional, que tienen muchísimo talento. Que están al nivel o son mejores que cualquiera que pueda venir. Entonces, yo lo que digo es que hay que, y es una tarea de todos, de ustedes también, defender la naturaleza del futbolista peruano. Defender su posibilidad de ser rico técnicamente, defender su habilidad. El otro día conversaba con Telmo, el español, y decía: “siempre que yo veo un pequeñito en un club digo que ese debe jugar muy bien porque ya los pequeñitos no juegan… ahora ponen a los grandotes, ¿no?”. Y yo creo que hay que defender eso. Hay que defender a los jugadores que excusándonos en una absurda modernidad decimos “no, este no porque no corre, o este no porque no marca”, y después esos mismos son los que están alabando a Iniesta, Xavi o Busquets, o jugadores de primer mundo que han dado cátedra y han demostrado que no por ser pequeñito quiere decir que no tenga fuerza o que no tengas capacidad para poder jugar en el primer nivel. Eso no quiere decir, esto también para subrayarlo, que no se deba ir al gimnasio ni trabajar, ni todas esas cosas naturales del futbolista que quiere ser profesional. Por supuesto que hay que ir al gimnasio y hay que entrenar con la mayor intensidad posible. Pero eso, por supuesto, hay que direccionarlo en defender eso, en la naturaleza del futbolista peruano, que es rica y que de un tiempo a esta parte no lo estamos haciendo y ahí puedes encontrar también alguna respuesta en el nivel.

]]>
Piero Vivanco debutó en la Primera División de Chile con Huachipato FC https://lanueve.com.pe/2018/10/21/piero-vivanco-debuto-en-la-primera-division-de-chile-con-huachipato-fc/ Sun, 21 Oct 2018 22:53:27 +0000 /?p=16547 Piero Vivanco, volante peruano de 18 años, sumó sus primero minutos en el torneo de la Primera División de Chile.

Piero Vivanco (2000), mediocampista ofensivo peruano, debutó con Huachipato FC en el torneo de la Primera División de Chile tras ingresar al minuto 89 de la victoria de su club por 2 a 0 sobre Unión La Calera.

En los pocos minutos que estuvo en el terreno de juego, el futbolista de 18 años generó una aproximación ofensiva luego de dejar a dos rivales en el camino y enviar un balón largo a su compañero de ataque.

Vivanco, formado en Esther Grande de Bentín, ya había debutado en el primer equipo de Huachipato cuando ingresó en el partido de ida de la Copa Chile ante Rangers.

Piero Vivanco fue seleccionado sub-15 y sub-18. Disputó la Copa Federación, donde se convirtió en goleador de su categoría en 2016. Asimismo, estuvo nominado a Mejor Jugador de la Copa Federación-Categoría 2000 ese mismo año en la Noche de Estrellas, ceremonia de premiación organizada por La Nueve.

Luego de afrontar un periodo de prueba en 2017, Vivanco finalmente se incorporó como futbolista profesional de Huachipato FC a inicios de 2018, una vez cumplida la mayoría de edad.

]]>
Julio Meléndez: “El fútbol es un juego de hombres, pero la hombría no se demuestra con agresiones” https://lanueve.com.pe/2018/10/18/julio-melendez-el-futbol-es-un-juego-de-hombres-pero-la-hombria-no-se-demuestra-con-agresiones/ Fri, 19 Oct 2018 00:00:14 +0000 /?p=16528 Resumimos la trayectoria de Julio Meléndez, exdefensor peruano e ídolo de Boca Juniors, en cinco citas.

Julio Meléndez, exdefensor y campeón de América con Perú en 1975, supo brillar en Boca Juniors como defensor entre 1968 y 1972. Coreado como “El peruano y su ballet” por los hinchas xeneizes, se ganó el reconocimiento de todos por su caballerosidad, talento y limpieza para defender.

Hace una semana, la revista argentina “El Gráfico” publicó en su versión web una nota de archivo (1971) con Meléndez, quien explica su manera de entender el fútbol.

A partir de dicha publicación, recogemos cinco reflexiones de Julio Meléndez que valen la pena compartir.

44319713_735515816791952_7904101943453155328_n

44242030_352910135475840_3143831381096792064_n

44259772_187979232095237_4105639429580783616_n

44290417_477240829464039_5241790865013211136_n

44180467_342651656489259_1274711267994501120_n

]]>
Kylian Mbappe lidera la lista de nominados al Trofeo Kopa https://lanueve.com.pe/2018/10/08/kylian-mbappe-lidera-la-lista-de-nominados-al-trofeo-kopa/ Mon, 08 Oct 2018 21:42:46 +0000 /?p=16479 Mbappe es uno de los 10 candidatos a llevarse el nuevo premio de France Football al mejor futbolista sub-21 del mundo.

La revista France Football reveló la lista de 10 finalistas para el Trofeo Kopa, un premio inaugural que se otorgará al mejor futbolista sub-21 del mundo el 3 de diciembre en la ceremonia del Balón de Oro a desarrollarse en París. La nómina reúne a jóvenes jugadores como Kylian Mbappe, Christian Pulisic, Gianluigi Donnarumma y Justin Kluivert.

France Football anunció el nuevo premio en septiembre, el mismo día en el que se realizó la ceremonia de premiación The Best. Es una réplica del premio Golden Boy, el cual ha existido desde 2003 y es decidido por un grupo de periódicos europeos.

Mbappe es el favorito después de un año que incluyó una Copa del Mundo y algunas importantes actuaciones para el Paris Saint-Germain. El ganador del premio Golden Boy 2017 viene de realizar un rendimiento sobresaliente tras anotar 4 goles en 13 minutos ante Lyon.

Él es uno de los más regulares y exitosos nombres entre los candidatos y su 2018 lo convierte en un nombre fuerte para llevarse el premio.

Otros futbolistas de equipos grandes son Trend Alexander -Arnold, de Liverpool; Pulisic, de Borussia Dortmund; y el dúo del AC Milan, Donnarumma y Patrick Cutrone.

Donnarumma podría ser el favorito, si Mbappe no ganara. A pesar de sus 19 años de edad, Donnarumma ha sido el arquero incuestionable para el Milan desde 2015 e internacional con la selección absoluta de Italia desde 2016.

El rol de Cutrone ha decrecido desde que Gonzalo Higuaín llegar al Milan, pero se mantiene como uno de los atacantes con mayor proyección en Europa. El jugador de 20 años anotó 10 goles durante la última temporada.

El torneo Serie A está bien representada con Kluivert, de la Roma, quien también aparece en la lista de finalistas para el premio al mejor jugador sub-21. El futbolista del Ajax fue solicitado por muchos clubes importantes en el último mercado de pases y ha empezado a asentarse en Italia finalmente.

Por su parte, Pulisic continúa mejorando en Dortmund cada temporada y parece estar listo para estallar en la actual campaña. BVB ha empezado la presente temporada en excelente forma y necesitará del estadounidense en su máximo nivel para arrebatarle la Bundesliga al Bayern Munich.

Alexander-Arnold obtiene una merecida nominación. El joven internacional con Inglaterra ha emergido como uno de los más consistentes laterales a sus 20 años de edad. Es habitual en Liverpool y los Tres Leones y probablemente lo siga siendo en los próximos años.

Amadou Haidara, de Red Bull Salzburg; Houssem Aouar, de Lyon; Rodrygo, de Santos; y Ritsu Doan, de Groningen, fueron las inclusiones sorpresivas.

Doan ha sido un éxito rotundo desde que se mudó a Europa el año pasado. El volante ofensivo japonés debería tener mayor notoriedad una vez que pase a un club de mayor nivel.

La transferencia de Rodrygo a Europe es inminente en el futuro cercano, mientras que Aouar introdujo su nombre en el escenario internacional tras su participación en la victoria sobre el Manchester City en Champions League. Finalmente, Haidara podría jugar en RB Leipzig -equipo de la familia Red Bull- en 2019.

Fuente: Bleacher Report

]]>
Los conservadurismos en el fútbol de menores https://lanueve.com.pe/2018/09/20/los-conservadurismos-en-el-futbol-de-menores/ Thu, 20 Sep 2018 20:33:11 +0000 /?p=6162 Escrito por: Martín Salinas Cisneros, @amrtinaslinas

 

¿Prohibir ciertos cortes de cabello? ¿El polo debe ir adentro del short? ¿Solo chimpunes de color negro? A propósito de una serie de razonamientos y prácticas recurrentes en el fútbol de menores de nuestro país y del mundo entero, utilizamos la teoría del dominio del psicólogo Elliot Turiel para cuestionar algunas ideas confusas sobre lo que es bueno y lo que es malo, o lo que es justo y lo que es injusto, en torno a la educación a través del fútbol.

 

Lo personal, lo convencional y lo moral

Partamos de que es posible diferenciar tres dominios del conocimiento social: el dominio personal, el convencional y el moral. La psicóloga del desarrollo Susana Frisancho explica lo siguiente a partir de la teoría de Elliot Turiel: El dominio personal tiene que ver con nuestros gustos o preferencias individuales, sobre los que no hay acuerdos, leyes, ni reglas. Por ejemplo, el tipo de comida que preferimos o las películas que nos gustan. Las convenciones, por otro lado, son comportamientos uniformes y compartidos, que están determinados por el sistema social en el que se forman. Para convertirse en miembros activos de una cultura, los niños de cualquier sociedad deben aprender un sinnúmero de reglas y expectativas sociales. Por ejemplo, en nuestra sociedad los niños deben aprender que a ciertas personas (personas mayores o adultos a los que no se les tiene mucha confianza) se les debe tratar de “usted”, o que no es aceptable, por más calor que haga, que hombres vayan en minifalda a la oficina. Estos son ejemplos de convenciones sociales que sirven para mantener la organización social, y que, aunque importantes, son por naturaleza arbitrarias, pues no hay nada intrínsecamente malo o bueno acerca de las acciones que definen. Son simplemente acuerdos sociales que podrían alterarse si el grupo o la sociedad así lo decidiera. Finalmente, en contraste a las convenciones, las consideraciones morales surgen de factores que son intrínsecos a las acciones: consecuencias tales como causar daño a otros seres humanos, violar sus derechos, o afectar el bienestar general. En este sentido, los asuntos morales no son arbitrarios ni están determinados por preceptos culturales o por el consenso de un determinado grupo, sino por factores inherentes a las relaciones sociales, las que son diferentes de las estructuras culturales, religiosas o sociales particulares.

“Polo adentro”

En algunos clubes, se considera imprescindible que los jugadores lleven el polo adentro del short. Si bien es cierto que éstos pueden incluir regulaciones fundadas sobre lo convencional –que es importante, pero arbitrario y con fines socioorganizativos–, debe reconocerse esta arbitrariedad y que, si se decidiera por consenso, sería válido que se establezca otro comportamiento alternativo que cumpla una función social similar. No es concebible que llevar el polo adentro sea por una “cuestión de respeto”, o considerar que ello te hará mejor futbolista o mejor persona, como en muchas ocasiones se piensa. Lo peor de todo esto es que, dentro de los equipos, suceden repetidas veces dinámicas perniciosas en las relaciones entre los propios jugadores o entre el entrenador y los jugadores, las que son invisibles o imperceptibles, como por ejemplo el maltrato u hostigamiento a algún niño o el abuso de autoridad de parte del entrenador, mientras que la regla dorada de meterse el polo adentro del short permanece incólume. No hay una reflexión mínima sobre la irracionalidad de ciertas reglas que responden más bien a preferencias de directivos u autoridades, o sobre que ciertos principios son más importantes que determinadas convenciones. Es cierto que diferenciar lo convencional de lo moral no siempre es un ejercicio sencillo u obvio, pero es una reflexión que debe hacerse permanentemente y que es parte de la razón de ser de una organización deportivo-educativa.

Por otro lado, sucede también que, en horarios fuera de la competencia, se les prohíbe a los chicos que porten aretes o que luzcan determinados cortes o teñidas de cabello, usualmente aquellos que responden a la moda actual de cortarse más o raparse a los lados y/o hacerse diseños juveniles en el pelo, acorde a los modelos establecidos por futbolistas reconocidos mundialmente. Aquí, lo que sucede es un atropello al dominio personal de los futbolistas jóvenes y al desarrollo de su identidad a través de su apariencia. En el fútbol mundial, un seleccionador prohibió alguna vez a los futbolistas de su equipo llevar el cabello largo, y evitó convocar a determinados jugadores por no cumplir esta regla. También, un entrenador determinó que en las categorías inferiores del club que dirigía los niños y jóvenes solo pudieran usar chimpunes “clásicos” o de color negro predominante, pues los de otros colores eran una muestra de individualidad desmesurada y/o presunción exagerada… ¿Habrá una reflexión profunda sobre el sentido de esto?

“No debemos confundir las convenciones sociales con la ética. Entender que el polo o camiseta de entrenamiento debe ir adentro del short por una “cuestión de respeto” es malinterpretar lo convencional como algo moral.”

¿Qué es lo verdaderamente importante?

Los niños y jóvenes tienen una individualidad que hay que respetar. Al estar ellos en un proceso de formación, la identidad –y su expresión a partir de la propia apariencia– resulta fundamental como parte del proceso de desarrollo. Prohibir ciertos cortes o teñidas de pelo que están hoy de moda o impedir el uso de aretes (fuera del tiempo de entrenamiento o competencia, por cuestiones obvias de seguridad) es un atropello a la individualidad de los niños y jóvenes que participan en un equipo de menores.

Por otro lado, no debemos confundir las convenciones sociales con la ética. Entender que el polo o camiseta de entrenamiento debe ir adentro del short por una “cuestión de respeto” es malinterpretar lo convencional, que es arbitrario y tiene que ver meramente con la organización social, como algo moral, aquello que más bien se refiere a factores inherentes a las relaciones sociales y que está centrado en la justicia, equidad o bienestar humano. Esta confusión puede traer problemas más complejos a la hora de mediar y resolver conflictos que sí tienen que ver con lo ético, como los son ciertos problemas comunes en el fútbol de nuestro país sobre, por ejemplo, discriminación racial, relaciones de poder abusivas o interacciones verbales violentas.

En este punto, habría que preguntarnos: ¿qué es lo verdaderamente importante? Una postura conservadora, que además convive con la postura de militarización del fútbol juvenil, sostiene que esta regulación del peinado, del uso de aretes o del polo adentro “inculca” disciplina, o que simplemente hay que atenerse a las condiciones que cada equipo tiene. No toman en cuenta que el fútbol formativo tiene necesariamente una función educativa, formadora, pedagógica, y que esa función es parte de su razón de ser. Si bien un equipo de fútbol de menores no es parte de la educación formal de los niños y adolescentes, sus objetivos educativos no pueden desligarse de aquellos de una educación moral y ciudadana, reflexiva y crítica con el ejercicio del deporte y de la vida.

“El fútbol formativo tiene necesariamente una función educativa, formadora, pedagógica, y esa función es parte de su razón de ser.”

Se debe considerar que, al promover estas prohibiciones, en realidad se está intentando regular asuntos que no son sustanciales a los procesos de  aprendizaje. Asimismo, estas normas que intentan controlar el dominio personal, uno, tienden a ser rechazadas por los propios miembros del grupo, y dos, generan que se reduzca la motivación intrínseca, de calidad, por formar parte de dicho grupo (en este caso un equipo de fútbol) y por participar de las actividades que en él se realizan (entrenamientos, partidos y vida social en el club).

Si hablamos de fútbol FORMATIVO, una reflexión en torno a estos temas es necesaria. La idea es que a través del fútbol se contribuya a la educación moral y ciudadana de niños y jóvenes, lo que necesariamente implica que aprendan a pensar y no solo a hacer según una orden, y que reflexionen críticamente, cuestionen, deliberen y transformen determinadas prácticas de la cultura en general, y del fútbol de menores específicamente. Es momento de tomar conciencia para que el fútbol de menores se convierta en un espacio de desarrollo significativo.

 

Fuente

Texto completo de Susana Frisancho: Aportes de la psicología a la comprensión del fenómeno moral

 

]]>
Christian Sánchez: “Por más difícil que esté la situación, uno tiene que buscar la solución para salir adelante” https://lanueve.com.pe/2018/08/30/christian-sanchez-por-mas-dificil-que-este-la-situacion-uno-tiene-que-buscar-la-solucion-para-salir-adelante/ Thu, 30 Aug 2018 22:51:29 +0000 /?p=16409 Una lesión de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha le impidió a Christian Sánchez (99) firmar su primer contrato como futbolista profesional en el club estadounidense New York Red Bulls. Sin embargo, supo recuperarse para volver a empezar.

Era abril de 2017  y Christian Sánchez dejaba el Callao para partir a Estados Unidos con la ilusión de todo futbolista: jugar en el extranjero. El club New York Red Bulls se preparaba para recibir a un joven defensor de 18 años, formado en la Academia Cantolao y Sporting Cristal, que había representado a Perú en las categorías sub-15, sub-17 y sub-20. Por su parte, Sánchez volvía al equipo estadounidense con la finalidad de quedarse esta vez y concretar el ansiado primer contrato como futbolista profesional. Sin embargo, el sueño se acabó más rápido de lo que esperaba. Cuando recién comenzaba a ganarse los créditos, apareció un infortunio que amenaza a todos los jugadores. Una lesión de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha le arrebató la posibilidad de lograr su objetivo.

Cerca de un año y cinco meses después de aquel episodio, Christian Sánchez visita la redacción de La Nueve. Luce recuperado, como si nada hubiese pasado. “Esperaba ese momento hace tiempo”, comenta tras firmar su primer contrato como profesional en el fútbol el día anterior a la entrevista. Al día siguiente, estará debutando en la Primera División del fútbol peruano con la Academia Cantolao ante Sporting Cristal. La charla coincide con un momento especial para él, propicio para hacer un recorrido por el camino áspero que debió atravesar. En 45 minutos, Christian Sánchez revive aquel doloroso día, relata el proceso de recuperación y recoge las enseñanzas de 8 meses donde la voluntad y la superación fueron sus principales aliados.

¿Podías creer lo que estabas viviendo?

Era un sueño que se cumplía. Uno sueña con jugar y crecer en el extranjero. Es otro mundo.

¿Antes de la lesión, cómo te había ido?

Jugué cinco partidos, en todos jugué los 90 minutos. Me había ido muy bien. Me acoplé rápido al juego del equipo. Era del gusto del entrenador.

¿Qué comentarios recibías de parte del entrenador?

Le gustaba mis salidas como defensor central. Trataba de buscar los huecos y mandar el pase filtrado desde atrás.

Todo iba bien…

Todo iba bien… hasta la lesión.

¿En qué partido fue?

Fue en el quinto partido. Jugamos de locales. Me acuerdo muy bien cómo fue la lesión.

¿Podrías describir cómo se produjo?

Iban 25 minutos del primer tiempo. Un saque de meta. Yo voy a rechazar con el pie y caí mal. Mi pierna se va para atrás y es ahí donde siento el conejo que sale. Me tiro al piso y ya nadie me levanta porque era un dolor insoportable.

¿Qué fue lo primero que pasó por tu cabeza?

Pensé que mi pierna se había roto. Pensé que no iba a poder jugar. Me dolía mucho. No podía mover mi pierna. El doctor me tocaba y le decía que no me toque.

¿Te mandan al tópico o te llevan de emergencia?

Sí, me mandan al tópico, donde me revisan. Fuimos al día siguiente a sacar la resonancia y salió que era ligamento cruzado anterior.

¿El día previo al examen médico, imaginabas lo peor?

En mi casa estuve más tranquilo. El dolor ya había bajado. Rogaba que sea meniscos.

¿Cómo fueron las horas posteriores a la noticia?

Conversé con mis familiares. Tocaba salir de esa lesión y recuperarme lo más rápido posible. A penas me operaron, al día siguiente estaba haciendo rehabilitación.

¿Cuando te informaron el tiempo de recuperación qué te dijeron?

El doctor que me operó me dijo de 6 a 12 meses.

¿Qué duele más en ese momento? ¿La lesión o el impacto emocional?

El cómo voy a terminar después de la lesión. No sabíamos si iba a volver bien o mal.

¿Tenías miedo?

Miedo, no. Pensaba qué va a pasar. Si me van a renovar. Si me quedo aquí o me regreso al Perú.

¿Quién es la primera persona a la que llamas para contarle de la lesión?

Felizmente, mi mamá estaba allá. Iba a verme.

¿Qué te dijo tu mamá?

Que todo pasa por algo. Que no me rinda. Que luche por mis sueños. Que esa lesión me vuelva más fuerte.

¿Cómo se comportó el club New York Red Bulls contigo en relación a la lesión?

Desde la operación, el club siempre estuvo ahí conmigo para lo que necesitaba.

¿Cómo afrontaste el inicio del proceso de rehabilitación?

Estaba con la autoestima baja. No podía dormir los primeros días. Dormía con un aparato en mi rodilla. No podía moverme. Tenía que tomar pastillas para dormir.

¿El primer mes fue clave?

El primer mes fue de bastante fortalecimiento. Me costó muchísimo, pero le fui agarrando el ritmo. Es clave para estirar y encoger el pie.

¿Y emocionalmente?

Gané bastante autoestima. Dije: “Esto no va a poder conmigo. Yo tengo que ir contra todo”.

¿Qué razonabas sobre lo qué había pasado y lo que se venía para ti?

Era todo muy confuso. (New York Red Bulls) No me decía nada hasta que hablamos. Me dijeron que no sabían si iba a volver bien o mal y que no se arriesgaban.

¿Cuánto tiempo estuviste en Estados Unidos?

Estuve cinco meses. Luego vine para aquí.

¿Te diste cuenta de lo imprevisible que puede ser todo?

Te choca. De un momento a otro, de estar bien al día siguiente estar abajo es feo. No saber qué hacer. Seguir con el fútbol. Estudiar otra carrera. Es difícil para uno tomar decisiones.

¿Cómo surge la posibilidad de continuar tu recuperación en Videna?

¿Dónde podría hacer una mejor rehabilitación para volver bien. La mejor opción era ir a Videna. Había tenido convocatorias a la selección. Si en Videna me querían apoyar, estaba bien.

¿Cuánto habías a avanzado con el proceso de recuperación?

Era comenzar la tercera etapa de la recuperación. Me hicieron unas cuántas pruebas para saber cómo venía. Faltaba fuerza en la pierna derecha. Al momento de trotar cojeaba, pero no me daba cuenta. Luego fui tocando el balón. En el primer entrenamiento no sabes qué hacer por la duda a romperte de nuevo. Una cosa importante es ganar confianza sobre la pierna.

¿Cuál fue tu sensación después de la última sesión de recuperación?

Terminó la pesadilla. Esperé bastante tiempo para que me den el alta que tanto pedía.

¿Es un nuevo comienzo para ti?

Es un nuevo comienzo.

¿Qué proyectas?

Bastantes metas como futbolista. Resaltar en el equipo. Tener muchos partidos en Primera División, más torneos internacionales.

¿Cuáles son las lecciones que recoges de la lesión?

Que nunca hay que rendirse. Por más difícil que esté la situación, uno tiene que buscar la solución para salir adelante. Siempre tener la cabeza en alto. Nunca hay que tener vergüenza de cómo eres, de dónde vienes. Nunca hay que perder la humildad y el respeto. Ser perseverante. Seguir trabajando duro para que lleguen mejores cosas para ti.

¿Dentro de todo lo malo que viviste, ahora lo ves como una oportunidad?

Sí, por algo pasan las cosas. A veces es bueno que te pase algo malo para que sientes cabeza y quieras ser una persona más fuerte.

¿Hay que aprender a ganar y a perder?

Exacto. Ahora yo lo comprobé porque perdí, pero lo afronté de la mejor manera y no me di por vencido.

Texto: Por Renzo Pucce

 

 

]]>
Jonathan Bilbao: “Si nos unimos todos, así como en el fútbol, se puede crecer en la vida” https://lanueve.com.pe/2018/08/09/jonathan-bilbao-si-nos-unimos-todos-asi-como-en-el-futbol-se-puede-crecer-en-la-vida/ Thu, 09 Aug 2018 22:19:59 +0000 /?p=16375 De madre venezolana y padre peruano, Jonathan Bilbao llegó a Perú de vacaciones a fines de 2017. El fútbol hizo que dejara su natal Venezuela para quedarse. Hoy juega como defensor en la reserva de San Martín e integra la selección peruana sub-20.

Por Renzo Pucce

“Me emocioné y dije que me llegó una gran oportunidad y que no la iba a desaprovechar”, describe Jonathan Bilbao su reacción tras recibir la noticia de su primera convocatoria a la selección peruana sub-20. No acumulaba ni dos meses en Lima hasta antes del primer microciclo (12 de febrero de 2018). El “venir para probar suerte” ya le redituaba mucha fortuna. Oriundo de Barquisimeto, capital del estado de Lara, Bilbao encontró en Perú su segunda casa gracias al fútbol. Cambió la camiseta del Deportivo Lara por la del Club Universidad San Martín de Porres, donde impone su 1.82 m y su fuerza como defensor central y lateral de la reserva. Pasó de soñar con la ‘Vinotinto’ a entrenar con la ‘Blanquirroja’ para ganarse un lugar en la lista de juveniles convocados que representarán al Perú en el Sudamericano sub-20 de Chile 2019.

Cinco días antes de la entrevista con La Nueve, Bilbao Vásquez celebraba sus 19 años, ya nacionalizado, el mismo día que se realizaba la segunda jornada de actividades correspondientes al 197 aniversario patrio. Más allá de aquella coincidencia, el hijo de venezolana y peruano, está alimentando su sentido de pertenencia con el país de las ricas montañas, hermosas tierras y risueñas playas. Identificado con la lucha, el hambre de victoria, el defender los colores de un equipo, Jonathan Bilbao nos visita para conocer su historia. Poco a poco intenta soltarse. Le espera 30 minutos de charla sobre su estadía en Perú, la selección peruana sub-20, el arte de defender, la crisis en Venezuela, los estudios y algunas reflexiones personales acerca de la sociedad en la que vivimos.

¿Cómo se produce tu llegada al Perú?

Llego a Perú por un viaje que estaba pautado con mi papá y mi hermana. El 15 de diciembre vine de vacaciones para visitar a mi abuela. Pasamos un mes acá y se presentaron unas pruebas en San Martín. Decidí probarme y decidí quedarme.

¿Cuándo te enteras de las pruebas?

A inicios de enero. El San Martín comenzó el 8 de enero. Me iba a probar en otros clubes, pero empezaban el 15, exactamente el día de retorno de mi vuelo. San Martín era el único que comenzaba el 8. Por eso es que fui directamente a San Martín. También tenía un contacto que es Jesús Torrealba, primo de papá que jugó en la selección de Perú. Él me consiguió una prueba en la ‘U’, pero empezaba después de que yo retornara a Venezuela.

¿Tenías en mente venir a probarte?

Yo sí venía mentalizado. Mi papá no sabía nada, pero, cuando llegamos aquí y ya era enero, le dije a mi papá que me iba a probar en la San Martín. Se sorprendió y me llevó.

¿Habías venido antes a Perú?

No, era la primera vez que pisaba Perú.

¿Cuántos días de pruebas fueron?

Comenzamos el 8 de enero. Fue toda una semana. Dos días antes del 15, el entrenador (José Espinoza) me dice que me quede y que si sacaba mi nacionalidad, había muchas posibilidades de que jugara en el reserva y que hubiera llamados a los microciclos de la selección peruana sub-20.

¿Con qué entorno te encuentras en San Martín?

Me recibieron bien. No fue difícil adaptarme al grupo. Tenía la confianza del entrenador. El San Martín es un club que tiene historia. Me ha ayudado a crecer como todos los clubes en los que he estado.

¿Qué nos puedes contar de tu etapa en el Deportivo Lara?

En el Deportivo Lara, antes de venirme, estaba por firmar un contrato y me lesioné. Se paró todo. Tenía dos pretemporadas con el equipo de Primera. Me estaba yendo bien, pero por cosas de la vida me lesioné, demoré en recuperarme, 6 meses… entonces, todo se echó por atrás. Se acabó el año y ahí fue que vino el viaje a Perú.

¿Sientes que esa lesión se convirtió en una oportunidad?

Todo lo que pasa es lo mejor porque el tiempo de Dios es perfecto. Por un lado, se me cayó un contrato profesional con el Deportivo Lara, pero por otro lado llegué aquí, me quedé y se abrieron las puertas de la selección.

¿Cómo surgió la primera convocatoria a la selección peruana sub-20?

‘Pepe’ Espinoza me dijo de ese posible llamado a la selección y que ya dependía de mí cuando me llamaran. Él me recomendó al entrenador de la selección (Daniel Ahmed). Salí en la lista de convocados junto con los que están en San Martín Primera. El primer microciclo no me fue tan bien porque estaba nervioso, ansioso, pero luego me llamaron al segundo y de ahí me han llamado al resto de los microciclos.

¿Cómo te recibió el comando técnico de Daniel Ahmed y el grupo de seleccionados sub-20?

Muy bien. Tengo muy buena comunicación con el entrenador. Muy buen grupo. Tiene grandes jugadores que te ayudan a superarte cada día más.

¿Consideras que tu participación ha sido positiva para tener chances de ir al Sudamericano?

Al Sudamericano llega el que mejor anda en el momento. No me cierro a ninguna oportunidad. Si la peleo, puedo ir. Siempre es un plus ser jugador de la selección.

Habrás escuchado los cuestionamientos que suelen haber a nivel de selección hacia los futbolistas con más de una nacionalidad u origen. Se relaciona la identidad nacional con el compromiso cuando no necesariamente van de la mano. ¿Qué opinas al respecto?

Mi sueño era jugar con la ‘Vinotinto’. Allá me hablaban de que me estaban siguiendo. Por la lesión se paró todo un poco, pero que la ‘Vinotinto’ sub-20 ya me estaba siguiendo, que podía venir un llamado a un módulo, como se llama allá. Pero la oportunidad se me dio aquí, Dios me puso aquí, y estoy dispuesto y comprometido a defender estos colores.

¿Cuándo decides nacionalizarte?

Por tener padre peruano me pertenece la nacionalidad. Tuvimos en mente sacarla cuando llegamos aquí, no pensamos que iba a ser tan rápido. Cuando recibí el llamado de la selección, la Federación me apoyó y se sacó mucho más rápido.

¿De qué manera alimentabas tu vínculo con el Perú?

Sabía las comidas, los equipos. Tenía conocimiento. Mi familia es de acá. Tengo raíces de acá.

¿Tu convivencia en el país ha sido buena?

Tengo tíos, familiares que vivieron en Venezuela y que están acá otra vez. La convivencia es con mis compañeros de equipo, de la selección y mi familia.

¿En la calle has recibido algún comentario…

(Interrumpe) Sí, sí, siempre hay comentarios, pero no ando pendiente de eso.

¿Sí has tenido que pasar por momentos incómodos?

No, he escuchado comentarios, pero…

(Interrumpo) Pero no hacia ti…

No hacia mí.

¿Por qué crees que hay tanta intolerancia en la gente?

Es un poco por el volumen de venezolanos que siguen llegando. Cada vez se incrementa más. No es entendible, pero seguro se fastidian por el hecho de que llegan tantos venezolanos. No debería ser así porque en algún momento Perú pasó por esto y Venezuela los recibió, no solo a los peruanos, sino también a personas de distintas nacionalidades. Si tienes la posibilidad de ayudar a alguien que necesita, hazlo. A veces hay personas que son xenófobas y no debería ser así.

¿Cuáles son las razones para ser defensor?

Sentirse identificado con el defender.

¿En qué situación disfrutas más ser defensor?

Me gusta manejar, hablar. Ahí siento que soy defensor. Me identifico con esa posición. Cuando veo todo el campo me gusta decir: “allá”, “nos metemos”, “salimos”.

Mientras que el delantero siente placer haciendo goles, el defensa…

Cortar un contragolpe, salvar un gol… es lo que más te complace cuando eres defensor.

¿Podrías desarrollarte como futbolista dentro de la situación actual que atraviesa Venezuela?

Todo en Venezuela se ha perjudicado por la situación económica del país, incluso el fútbol.

La crisis ha llegado a afectar al fútbol entonces…

Lo que pasa es que el fútbol en Venezuela viene evolucionando. Son subcampeones del mundo sub-20 y sigue evolucionando. La situación afecta a futbolistas, abogados, profesores, todo tipo de personas. En vez de seguir evolucionando más rápido, se enlentece un poco.

¿Pero el juvenil que hoy está en Deportivo Lara, por poner un ejemplo, se ve perjudicado por la crisis?

Totalmente. Al ser crisis no hay movilidad, no hay alimentación. Si no tienes dinero, no comes.

¿Cuál es la lección más importante que te ha dejado el fútbol?

La lesión que tuve hace poco es una lección de que si crees, puedes. Fue una dura lesión. Entrenaba con el equipo de Primera, siendo juvenil. Supe soportar, no me di por vencido y aquí estoy.

¿Por qué se prioriza tanto la individualidad cuando el fútbol es un deporte colectivo y se debe servir al beneficio del equipo?

Si cada uno no funciona bien, el equipo no va a funcionar al 100%. Cada uno de los que juegan son importantes. Si el que está atrás no defende bien, te hacen un gol. Y si el fenómeno no anda en su día, pierdes 1-0. Es un deporte totalmente colectivo. No se deben priorizar las individualidades.

¿Trasladando esa reflexión a la vida… si nos uniéramos más, las cosas irían mejor?

Siempre hay que pensar en el otro. Si nos unimos todos, así como en el fútbol, se puede crecer en la vida. Todo es más fácil.

¿Cuáles son tus objetivos?

Mi objetivo es ser jugador profesional. Estoy en la reserva de San Martín, pero no tengo un contrato que me haga ser jugador profesional. Consolidarme en Primera. Después, salir al extranjero.

¿Has pensado en estudiar una carrera universitaria?

Estoy estudiando. En Venezuela estaba estudiando Contabilidad. Aquí empecé a estudiar hace cinco meses Contabilidad. El fútbol con los estudios van de la mano.

]]>