En un partido intenso y con cuatro expulsados, los dirigidos por Walter Cáceres superaron por 1-0 al San Antonio con gol de Alonso Ibáñez.
Desde la previa, este encuentro pintaba como uno de los más “calientes” en los Play-Off Cable Mágico. El ya reconocido clásico entre Santa María y San Antonio prometía un cotejo intenso desde el inicio. Y así fue.
Durante los primeros minutos, ninguno de los equipos se hacía daño. Recién sobre los 20’, Juan Diego Li avisó con cabezazo desde dentro del área, que finalmente se fue desviado por encima del travesaño. Tres minutos más tarde, Li ganó una pelota importante en el mediocampo y terminó habilitando a Alonso Ibáñez quien, ante una floja salida de Languasco, cruzó la pelota para marcar el 1-0.
Sobre los 26’, una fuerte falta sobre Juan Diego Li desencadenaría una serie de eventos lamentables. El árbitro del cotejo expulsó a Enzo Fernández por la agresión y, ante el reclamo airado de Axel Malque, también tuvo que expulsar al jugador de San Antonio. Malque, en lugar de aceptar su expulsión, provocó a Vasco Gonzáles, defensor del Santa María, quien reaccionó mal y también vio la roja. Los del Callao se quedaban con nueve; los de Surco, con diez.
La segunda mitad trajo aún más emociones. Los dirigidos por Marco Valdizán salieron con todo en busca del empate, y apenas al minuto de juego, Junior Morales estrelló su cabezazo en el poste. San Antonio avisaba.
La mala noticia para el Santa María llegó sobre los 4’ cuando, con una mano intencionada, Gabriel Figueroa vio su segunda amarilla y se fue expulsado del partido.
A partir de ahí, el encuentro se volvió de ida y vuelta. Li falló una clara sobre los 10’, y luego San Antonio respondió con un remate al poste sobre los 18’. Los del Callao no se rendían, e intentaron sin cesar pero siempre se toparon ante un inspiradísimo Javier Ludowig, portero “amarillo”. Al final, los muchachos de Walter Díaz lograron aguantar el resultado y se llevaron con merecimiento el título.
Es importante mencionar que, cuando el juez del partido pitó el final del partido, los ánimos se caldearon dentro del terreno y se dio paso a una verdadera batalla campal. Actitudes como esta, en un torneo de menores, no son admisibles y se espera cierta sanción tanto para las instituciones como para los jugadores. Mañana en LaNueve, no te pierdas un análisis más profundo sobre lo sucedido luego de este encuentro.