En un partido muy polémico, los locales derrotaron por 3-2 a un cuadro santo que jugó con diez casi todo el partido.

La actuación del árbitro Jorge Panta quedará para el recuerdo en este encuentro. El árbitro estuvo muy nervioso durante los 90 minutos, y tuvo una actuación para el olvido. El público y los técnicos se lo hicieron sentir.

Apenas a los siete minutos de juego, la San Martín se pondría adelante en el marcador luego de que Junior Chumbiray recoja un balón dentro del área y defina bien ante la salida del portero chorrillano. Cinco minutos después llegaría el punto de quiebre del partido; el portero Hugo Guevara vio la tarjeta roja por lanzar al aire una mala palabra. El árbitro se sintió ofendido y le sacó la roja directa. Los albos se quedaron con diez jugadores y se vieron obligados a replegar sus líneas.

Corrían 28 minutos de la primera parte, cuando Diego Villa García recibió el balón dentro del área, y con un zurdazo cruzado, anotó el empate para Regatas. Un verdadero golazo. Los locales se hicieron fuertes y estuvieron cerca de anotar el segundo.

En la parte complementaria, los santos salieron enchufados y avisaron al primer minuto con un buen remate de Chumbiray. Regatas respondió con un tiro lejano de Villa García. El segundo gol de los locales llegaría a los 32 minutos de la segunda mitad. Pietro Flores cedió el balón a Diego Villa García, quién puso el segundo con un remate al segundo palo.

Cuando faltaban cinco minutos para finalizar el encuentro, Pietro Flores habilitó a Iván Bulos con un gran pase de taco, y el delantero sacó un gran remate que significó el tercer gol del encuentro. Dos minutos más tarde, Josué Rodríguez, que había ingresado en la segunda parte, puso el descuento con un remate de zurda. En la siguiente jugada llegaría otra polémica: el portero de Regatas despejó el balón, y este impactó en el cuerpo de Josué Rodríguez, quién se encontraba fuera del área. El balón ingresó al arco, y en lugar de cobrar gol, el juez sancionó falta de Josué Rodríguez. Inexplicable.

Antes de finalizar el encuentro, Martín Mendoza, jugador albo, vio la roja por reclamar al árbitro. El marcador no se movería más y los locales se quedarían con los tres puntos.